El Consell de Transparencia cree que Alcaraz lo considera «rival»

García Macho se pronunció en estos términos durante la presentación de la memoria del Consell de Transparencia del ejercicio 2017 en Les Corts. Preguntado por la poca respuesta ante sus demandas, el presidente del organismo fue claro: «La conselleria de Transparencia nos ha visto desde el primer momento como unos rivales». Desde el consejo consideraron que esta situación ha contribuido a que no se haya apoyado su trabajo, que sus miembros insistieron en las diferentes memorias presentadas que se ha caracterizado por la precariedad y la falta de medios para atender todas las funciones atribuidas.

El máximo representante del organismo admitió que la situación ha mejorado algo en los últimos meses pero no atribuyó este avance directamente a Alcaraz. Según remarcó, PSPV y Podemos «se han preocupado» y «han venido a socorrernos ante nuestro SOS». En este punto García Macho quiso agradecer de forma especial la ayuda prestada por Presidencia de la Generalitat y por el jefe del Ejecutivo, Ximo Puig, que se plasma en la misma memoria donde se resalta «el interés y esfuerzo de Presidencia de la Generalitat, con la creación de un puesto de asesor jurídico del Consell de Transparencia». Llama la atención que ni en la intervención de García Macho ni en el informe presentado haya ninguna referencia a Compromís, el partido del que forma parte Alcaraz.

En la memoria presentada ayer se volvió a señalar cada una de las dificultades que soporta el organismo adscrito al Consell. Además de la falta de medios humanos, que consideran «insuficiente comparado con otros órganos con competencias afines tanto de nuestra Comunitat como de otras comunidades autónomas» se resalta el poco presupuesto del Consell de Transparencia, unos 90.000 euros anuales. Una cantidad que tiene la consecuencia de que sus miembros tan sólo tengan una dedicación parcial y cobren gratificaciones puntuales de entre 300 y 400 euros por la asistencia a reuniones cuando la mayoría del trabajo lo llevan a cabo fuera de ellas.

García Macho también apostó por una dedicación completa de los miembros del órgano y una reforma en profundidad de la ley para garantizar su independencia política y un aumento de la eficacia del mismo. Una serie de medidas que les permita superar «el bloque institucional» que viven hoy en día ya que este último año han pasado de 118 expedientes a 176 lo que lleva a que, pese a las mejoras puntuales, a nivel global considera que están «igual o peor que cuando se tomó posesión». Estas iniciativas recalcó que mejorarían un organismo que cree que es imprescindible en un país con «baja calidad democrática» como es España y de forma especial en la Comunitat.