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El PSPV, la federación que más hinchó los avales de apoyo a Susana Díaz

El PSPV, la federación que más hinchó los avales de apoyo a Susana Díaz

Uno de cada cinco avalistas de la candidata preferida por Puig y el aparato socialista en la Comunitat no da su voto a la política andaluza

BURGUERA

Lunes, 22 de mayo 2017, 23:57

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Uno de cada cinco avalistas de Susana Díaz en la Comunitat cambió de bando dos semanas después y votó a Sánchez o a Patxi López. La diferencia entre los apoyos públicos a la andaluza y la confianza real obtenida en las urnas valencianas del PSPV es de un millar de papeletas en contra de las opciones de la baronesa. La Comunitat es la región española donde porcentualmente se registra mayor diferencia entre lo que los militantes suscribieron que iban a hacer en las primarias del PSOE y lo que posteriormente, en las cabinas de cada agrupación, hicieron: votar masivamente a Pedro Sánchez en contra de las preferencias de Blanquerías. Desventajas (para Puig y los suyos) del voto secreto.

Los avales que Susana Díaz recibió en la Comunitat para su candidatura fueron 5.300. La secretaria de Organización del PSPV, dirigida por Alfred Boix, echó toda la carne en el asador. Esa fue la cantidad de socialistas valencianos que rubricaron un documento con su nombre y apellidos ofreciendo su apoyo para oficializar la opción de la baronesa andaluza. Como su presidente, Ximo Puig, todos esos nombres y apellidos aparecieron del lado de la presidenta de la Junta el pasado 4 de mayo. Una vez se supo que el esfuerzo del aparato fue baldío (Sánchez logró en la Comunitat más de 8.000 avales), los susanistas incluso pusieron en duda la autenticidad de las firmas que apoyaron la opción del político madrileño.

Sin embargo, dos semanas después, una quinta parte de esa supuesta confianza recabada en torno a Díaz se volatilizó. El voto en la urna es secreto, no así los avales. Y en la intimidad, cada miembro del PSPV hizo lo que consideró mejor para su partido, que no fue, ni de lejos la apuesta de la dirección autonómica de la formación con sede en Blanquerías. Liberados de la mirada de sus dirigentes, de aquellos a los que deben el puesto en ayuntamientos, diputaciones o en la Generalitat, o pueden incluirles en futuras listas electorales (a ellos o a sus familias), a los socialistas valencianos se les puso cuerpo de Pedro Sánchez. Respaldaron su candidatura en masa: unas 1.400 más papeletas que de avales en la Comunitat a favor del madrileño.

Es sintomático que en una región, la valenciana, donde la victoria de Pedro Sánchez ha sido abrumadora, Díaz se haya impuesto en localidades como Gandia (feudo de Alfred Boix) u Ontinyent (Jorge Rodríguez es su alcalde y preside la Diputación de Valencia), el epicentro del poder orgánico e institucional del PSPV, donde la influencia de los líderes del aparato es verdaderamente poderosa.

Puig no sabe por qué

La cúpula de federación socialista valenciana fue la que más apretó previamente a sus militantes en relación a su voto final. Casi un 20% votos menos para Díaz que los avales iniciales. De 5.300 rúbricas a 4.200 papeletas. Un agujero, cuantitativamente, muy importante, el segundo mayor tras el registrado en Andalucía. ¿Por qué?

El presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig, no lo sabe. Preguntado ayer por el contraste entre avales y votos, el líder de los socialistas valencianos se limitó a considerar que «los militantes cambian de opinión. Hay gente que ha preferido otra opción». Interrogado por la razón de esa traslación, el líder de los socialistas valencianos prefirió hacerse el sorprendido y dejarlo pasar: «No lo sé. Es una decisión personal, no es una cuestión de dirigentes y bases. Para mí los debates internos están superados». La cúpula socialista ni siquiera tiene el consuelo de que los avalistas de la andaluza se quedasen en casa dado el altísimo índice de participación. Fuentes del PSPV afines a Sánchez, sin embargo, no consideran que el desfase entre avales y votos sea un tema baladí y señalan que se produjo «un trabajo de fontanería. Por eso insistimos mucho en que se garantizase que la militancia pudiese votar en secreto». Aragón, donde Javier Lambán también lidera el gobierno autonómico, es la segunda región con mayor diferencia porcentual entre los apoyos nominales y las papeletas anónimas.

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