Bastidas muestra su apoyo a Contelles en la lucha por la presidencia del PP

Elena Bastidas, diputada nacional del PP por la provincia de Valencia, había mantenido hasta la fecha una enigmática posición en la lucha interna que se vive en el Partido Popular por hacerse con la presidencia provincial. Su silencio le evitaba mostrar su compromiso con alguno de los candidatos. Ni ofrecía su apoyo a la portavoz en la Diputación, Mari Carmen Contelles, ni evidenciaba un respaldo a la candidatura del actual responsable, Vicente Betoret. Pero ayer, esa situación de buscada -y lograda- ambigüedad terminó por agrietarse.

Contelles preparó un almuerzo con afiliados y simpatizantes del PP en Alzira. Bastidas asistió al acto. Se da la circunstancia de que ella fue alcaldesa del municipio hasta las últimas elecciones locales. Es un hecho que la proximidad de la diputada nacional a algunos de los más estrechos colaboradores de Betoret en el último congreso nacional del PP no pasó inadvertida. La dirección del partido, encabezada por Bonig y que apoya en la sombra a la aspirante, tomó nota de esta sintonía. En una situación similar estaba -y se mantiene- otro de los pesos pesados del PP en la provincia de Valencia, la diputada autonómica María José Catalá, vicesecretaria de política social. Esta posición de aparente neutralidad no ha pasado desapercibida para la dirigencia regional.

La orden de Génova de mantener el partido unido y buscar una lista de consenso está lejos de cumplirse. No se ha respetado en ningún momento. Es más, incluso en algunos episodios se ha empleado cierto juego sucio a la hora de supuestamente rebuscar en el pasado de los aspirantes para encontrar asuntos turbios.

Búsqueda de consenso

La dirección nacional instó a los candidatos a pactar tras el espectáculo de la Junta Directiva, que finalizó sin acuerdo del comité organizador del congreso y con graves descalificaciones hacia las dos facciones enfrentadas. El coordinador general del PP y responsable de Organización, Fernando Martínez-Maillo, con quien Betoret mantiene hilo directo, amenazó incluso con una intervención, que sólo se puede traducir con la imposición de una gestora. La primera reunión con Génova como mediador terminó sin un acercamiento de posturas. Esta semana volverán a reunirse, según fuentes del partido.

En el almuerzo de ayer, Bastidas se sentó junto a Contelles. La candidata del PP centró su charla a los afiliados en las consecuencias de la reversión del modelo sanitario concesional en La Ribera «impedirá mantener la cartera de servicios y la calidad asistencial». «Nos preocupan, y mucho, las consecuencias sobre la atención que recibirán los pacientes y los derechos de los trabajadores del Hospital de La Ribera». A su juicio, ellos «van a ser los principales damnificados, porque el Consell no concreta y los antecedentes en cuanto a la gestión de la consellera Carmen Montón no nos aportan ninguna confianza».

«Montón ha llevado al caos a la sanidad con su falta de gestión y una sanidad basada en el enchufismo, la falta de planificación y de trabajo», resumió. En su opinión, el cambio de modelo tendrá graves consecuencias sobre la calidad asistencial en contra de las tesis que mantienen desde la Generalitat. «El hospital va a perder especialidades de referencia y la lista de espera, que ahora es la mejor de la Comunitat, va a aumentar», pronosticó.