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A. CERVELLERA
Jueves, 30 de marzo 2017, 00:46
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Los cimientos del Acord del Botànic se tambalean. La noticia de que Antonio Montiel, secretario general de Podemos, no optará a la reelección en el próximo congreso autonómico ha caído como una bomba en el Palau de la Generalitat, en donde ya se temen que el sector más escorado a la izquierda de la formación sea el que pase a controlar el timón morado. Una posibilidad cada vez más real y que complicaría la relación del Consell con Podemos.
El partido de Pablo Iglesias en la Comunitat es una pieza fundamental para sacar adelante las políticas del Gobierno de PSPV y Compromís, que no cuentan con mayoría en Les Corts. Montiel siempre ha presentado a su formación como el 'perro vigilante' de Puig y Oltra, aunque en ocasiones no ha logrado su cometido. Este ha sido uno de los motivos que ha provocado que se haya abierto una brecha en el seno de Podemos.
El sector crítico de la formación ha arremetido en diferentes ocasiones contra Montiel y su equipo por ser demasiado permisivo con el Consell. Unos comentarios que han sido protagonizados por los diputados Cesar Jiménez, Antonio Estañ, Sandra Mínguez o el senador Ferran Martínez, que de cara al congreso autonómico del próximo 14 de mayo han creado una candidatura al margen de Montiel (Aprofundir en el canvi) con el objetivo de hacer una política menos permisiva con el Ejecutivo de Puig. Esta candidatura es considerada la versión valenciana del proyecto que lideraba Iglesias a nivel estatal y que se hizo con el control del partido el pasado febrero tras el congreso conocido como Vistalegre II. Por su parte, a Montiel y a su equipo siempre se le ha vinculado con las tesis de Iñigo Errejón (más moderadas y transversales), al cual no dudó en apoyar en su contienda contra Iglesias.
El abandono de Montiel, la cara principal de Podemos en la Comunitat, complica que los errejonistas se mantengan en el poder. Ante esta situación, la táctica del aún secretario general pasa por crear una lista unitaria entre las dos vertientes, como la que hubo en 2015 cuando Iglesias y Errejón convivían en paz. Este proyecto de cohesión se presenta complicado y desde el sector crítico no parecen muy dispuestos en intentar llevarlo a cabo. Sandra Mínguez, diputada podemista y una de las cabezas visibles de la corriente alternativa (pese a que ha descartado liderarla), aseguró ayer que estos dos años ha visto como Podemos ha asimilado «demasiados tics de la vieja política y de los viejos partidos», lo que cree que deja claro que «en al gestión se han cometido aciertos y errores». Por su parte, la candidatura que hasta el martes se pensaba que iba a liderar Montiel sigue sin presentarse y no está claro quien será el que se erija como sucesor de el secretario general. En las quinielas figura como favorita Fabiola Meco, actual número dos del partido, pero aún no ha habido ningún anuncio oficial.
Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, durante su visita ayer a Valencia decidió no mojarse sobre la crisis abierta en el partido y subrayó que no pensaba «intervenir» en el proceso valenciano ya que Podemos en la Comunitat es autónomo y no depende de Madrid.
Fuentes del entorno de Montiel explican que el aún líder de Podemos se siente más liberado al haber renunciado a la reelección. Estas mismas fuentes aseguran que el secretario general se siente más «suelto» para revisar las políticas de PSPV y Compromís, una posición que desde dentro de sus filas le han reprochado que no estaba llevando a cabo. Durante la entrevista de ayer en la Ser en donde anunció su dimision, Montiel ya apuntó que ahora Podemos será más estricto. El secretario general indicó que el Consell había «abusado de la lógica de que el acuerdo del botánico es a prueba de bomas». Unas palabras que recalcó ayer en Les Corts y recordó que la estabilidad del pacto de gobierno en la Generalitat «depende de los socios, no depende de Podemos», que va a someter al Consell a un «marcaje estricto» para que cumpla ese acuerdo. Para ello les recomendó «visión, ambición, energía y trabajo», algo que hecha en falta Montiel.
Puig espera lealtad
Ximo Puig, presidente de la Generlitat, destacó ayer que Montiel ha sido un «socio valioso para un gobierno de progreso» pero también incidió en que Podemos es necesario que «siga siendo un socio político leal». Por su parte, Mónica Oltra, vicepresidenta del Consell, apuntó que iba a seguir «atenta» el proceso y la eleccion de la nueva dirección aunque aseguró que no tiene «ninguna preferencia». Más tranquilos se mostraron PSPV y Compromís en Les Corts, que subrayaron que no creen que la salida de Montiel afecte al pacto de gobierno.
Pese a que Puig espera que Podemos siga jugando el mismo papel que hasta ahora, el presidente de la Generalitat ya se encuentra barajando otras opciones. Tal y como avanzó LAS PROVINCIAS, el jefe del Consell ya habría sondeado a Ciudadadanos y a su portavoz, Alexis Marí, para buscar su apoyo en el caso de que la nueva dirección de Podemos tense el Acord del Botànic. El partido naranja vive también una división interna y algunos diputados se plantean la posibilidad de dejar el partido y pasar al grupo de no adscritos, lo que facilitaría las cosas a Puig.
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