Borrar
Urgente Dani Alves, en la vista para decidir sobre su libertad provisional: «No voy a huir»
Los Reyes, a su llegada al Thyssen, donde han conocido la sentencia.
La Casa del Rey: «Respeto absoluto a la independencia del Poder Judicial»

La Casa del Rey: «Respeto absoluto a la independencia del Poder Judicial»

El fallo se ha hecho público mientras los Reyes inauguraban una exposición en el Thyssen

Solange Vázquez

Viernes, 17 de febrero 2017, 12:56

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Poco después de conocerse la sentencia, la Casa del Rey, recurriendo a la misma expresión que ha repetido a lo largo de todo el proceso, se apresuró a manifestar, a través de un portavoz de Zarzuela, su «respeto absoluto a la independencia del Poder Judicial». Esta es la valoración oficial de la institución tras conocerse el fallo del caso, que se ha hecho público mientras los Reyes Felipe y Letizia inauguraban una exposición en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid junto al presidente húngaro y su esposa.

Desde que comenzó el reinado de don Felipe, la Casa del Rey ha reaccionado siempre con una expresión de respeto a la independencia de los tribunales ante cada uno de los pasos del proceso judicial que han afectado a la infanta Cristina. En esos mismos términos se pronunció cuando compareció el 8 de febrero de 2014 ante el juez José Castro como imputada por presunto fraude fiscal y blanqueo de capitales, cuando la Audiencia de Palma decidió mantener su imputación solo por delito fiscal, cuando el fiscal Pedro Horrach pidió su exculpación y cuando, hace algo más de un año, el tribunal decidió que continuaría como acusada. La única vez que la Casa del Rey opinó sobre una decisión judicial relacionada con la infanta fue bajo el reinado de don Juan Carlos, en abril de 2013, para manifestar su «sorpresa» por «el cambio de posición» del juez al haber decidido imputar a doña Cristina, así como para mostrar su «absoluta conformidad» con la decisión de la Fiscalía de recurrir aquella medida.

Aunque la Infanta Cristina dejó de ser miembro de la Familia Real en el momento en que su hermano accedió al trono, no ha renunciado a sus derechos dinásticos y sigue siendo la sexta en la línea sucesoria, por detrás de la Princesa de Asturias, la Infanta Sofía, la Infanta Elena y los dos hijos de ésta. A pesar de que hasta el Rey Juan Carlos le pidió, mediante un intermediario, la renuncia a sus derechos dinásticos, ella no ha querido dar ese paso. Y desde la Casa del Rey se insiste en que esa renuncia le corresponde exclusivamente a ella. Lo que sí estaba en manos de Felipe VI, y así lo hizo, fue despojar a su hermana del título de duquesa de Palma, que le había otorgado Juan Carlos I con motivo de su enlace con Iñaki Urdangarin. Esa decisión provocó un enfrentamiento entre los dos hermanos, que se escenificó a través de un cruce de comunicados. En ellos, la Infanta quiso presentar la decisión como una renuncia voluntaria al título, pero la Casa del Rey se apresuró a desmentirla. Lo que nadie puede arrebatarle a Cristina de Borbón es su condición de Infanta. Zarzuela no ha querido hacer ningún otro comentario en relación con este asunto, ni sobre si la hija menor de don Juan Carlos debería o no renunciar a sus derechos dinásticos.

Ausencias de la Infanta

Doña Cristina, que trabaja en Ginebra para la Fundación 'La Caixa', no estuvo presente ni en la ceremonia de proclamación de su hermano en el Congreso, ni en la de abdicación de su padre celebrada la víspera en el Palacio Real, a diferencia de su hermana mayor, la infanta Elena, que asistió a ambas. En su ya histórico discurso de proclamación, pronunciado ante una solemne sesión conjunta del Congreso y el Senado, el nuevo jefe del Estado subrayó que la Corona debe «velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente». «Hoy más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública», señaló Felipe VI el día de su proclamación, antes de continuar: «Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios