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BURGUERA
Miércoles, 8 de febrero 2017, 23:42
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valencia. Mercedes Ventura resoplaba a la espera de intervenir en Les Corts. Lanzaba miradas rápidas al nacionalista Josep Nadal. El antaño archienemigo de Ciudadanos fue ayer cómplice de la diputada del partido con sede en Barcelona. Desde la ciudad Condal llegó la orden de no apoyar la moción del PP en defensa de diferenciar valenciano y catalán. Obedientes, Ventura y sus compañeros se abstuvieron, aunque semanas antes habían decidido votar a favor. La parlamentaria de Ciudadanos, alentada por su grupo tras una apurada primera intervención, defendió la abstención del partido de Rivera porque la moción es un intento del PP «de abrir heridas, hacer sangre», y hasta aseguró estar «de acuerdo» con Nadal, otrora radical por no defender a la Guardia Civil en Alsasua.
El pleno de Les Corts arrancó con la iniciativa del PP que pedía instar al Consell a defender el valenciano como lengua oficial de la Comunitat e idioma «distinto y autónomo de cualquier otra lengua, y en concreto del catalán». Los populares se quedaron solos apelando el Estatut. El tripartito votó en contra.
El posicionamiento de Ciudadanos es complicado de definir en este ámbito. Carolina Punset anunció en octubre que abandonaba la Ejecutiva del partido por, entre otras cosas, la apuesta de Fernando Giner (portavoz de C's en la Comunitat) a favor de un regionalismo que se distancie de los catalanistas. Entonces, desde la formación naranja se aseguró: «Somos conscientes de que en la Comunitat (Punset) ha defendido, en ocasiones, posturas que han chocado con el sentir mayoritario de los afiliados de C's respecto a la utilización de los símbolos constitucionales y las lenguas cooficiales». Ayer, sin embargo, dio la sensación que el divorcio entre Punset (famosa por criticar «la vuelta a la aldea») y la línea oficial de su (por ahora) partido tiene más que ver con la extinguida inspiración socialdemócrata de la formación que con cuestiones identitarias, en las que el partido de Rivera ahora se pone de perfil a pesar de la advertencia del diputado del PP, Jorge Bellver, respecto a cómo el independentismo catalán usa la lengua como arma ideológica.
Compromís calca en la Comunitat el 'modus operandi' de CiU o ERC, según Bellver. Para incomodidad de los diputados de la coalición, el popular subrayó una apuesta táctica y pausada de los nacionalistas. El parlamentario se refirió a un ensayo de Amadeu Mezquida, uno de los ideólogos del Bloc, que en 'El valencianisme enfront d'Espanya' señala entre otras cuestiones que «Cataluña ha sido siempre un espejo en el que el valencianismo (Compromís) se ha mirado».
«Lo que están buscando, poco a poco, año a año, es la independencia de los països catalans», incidió Bellver, quien incluyó en esa hoja de ruta la revocación de la Ley de Señas de Identidad, el decreto de plurilingüismo, el requisito del valenciano en función pública o «el adoctrinamiento en las aulas».
Antes que Ventura, Nadal recordó al PP que fueron ellos los crearon la AVL para «cerrar heridas». En otro de esos giros psicodramático que abundan en la política valenciana, el diputado nacionalista citó a Serafín Castellano, dando por buenas y por ciertas las intenciones que el exconseller del PP manifestó en 1998 cuando arrancó la AVL gestada por Zaplana. Nadal incitó a romper la disciplina de voto por su «dignidad» a diputados como José Císcar, quien se rió muy a gusto. De paso, Nadal acusó de valencianohablante acomplejada a Maria José Catalá, quien replicó que ella lo usa por «convicción» y «sentimiento», mientras que el cantante de La Gossa Sorda lo hace «por ideología» y «negocio».
Bellver enmarcó su proposición en la petición del TSJ de Madrid, a instancias de un abogado catalán, a reclamar al Consejo de las Lenguas Oficiales del Estado que aclare si catalán y valenciano son idiomas distintos. El diputado popular consideró que ante tal debate los valencianos deberían cerrar filas, y ante la indiferencia del resto de la Cámara consideró que Compromís «ridiculiza» este debate «al igual que hacen los independentistas catalanes», y advirtió al PSPV (que apostó por ofrecer una posición académica) de que está cayendo en la «trampa nacionalista», que cuenta con una «estrategia clara». No avisó a los socialistas de que acabarán bailando como Iceta (PSC) para no quedar fuera del parlamento, pero poco le faltó.
Tras la votación y dos horas de debate, en la tribuna de invitados se desplegó un cartel ('Parlem valencià, no català') y se gritó «traidors de la llengua valenciana» a varios diputados, ante lo que el conseller Vicent Marzà se dio por aludido y lo consideró «una amenaza».
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