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F. M.
Sábado, 14 de enero 2017, 01:00
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valencia. Defender las primarias, o mejor dicho, la mayor participación posible de los militantes en la toma de decisiones, es una cosa. Arriesgarse a cosechar una derrota ante el plenario del congreso nacional del partido, y que ese patinazo pueda ser asimilado a la posición de la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes -cuya defensa de las primarias se ha interpretado como un frente contra Mariano Rajoy-, es otra. La dirección regional del PP valenciano presentará once enmiendas en el cónclave del próximo mes de febrero. Entre ellas no figura la de reclamar que la presidencia regional del partido sea elegida mediante un procedimiento de primarias tal y como ya ocurre en las Islas Baleares y en Canarias.
El PP valenciano rectifica de esta forma su intención inicial. Descartada la posibilidad de sumarse a la defensa de las primarias puras para elegir al presidente nacional del partido -que impulsa Cifuentes-, la cúpula valenciana se inclinó por buscar la manera de defender que ese procedimiento sí que fuera aprobado, al menos, para elegir al presidente regional. La propia Isabel Bonig dejó entrever en unas declaraciones esta semana que se barajaba la posibilidad de solicitar que el sistema que se utiliza en Baleares y Canarias -en el que cada militante tiene la condición de compromisario y sí que elige con su voto al presidente del partido- pudiera aplicarse también en las direcciones regionales que así lo consideraran.
La opción terminó quedando descartada tras elevar consultas con la dirección nacional. Génova trasladó al PPCV que la justificación que tiene la aplicación de este procedimiento en Baleares y Canarias en ningún caso puede aplicarse al resto de regiones. Y la dirección que encabeza Bonig entendió que era mucho más práctico reajustar sus posiciones y no cosechar una sonora derrota en el congreso nacional.
La enmienda que sí mantienen los populares valencianos, y de la que ya informó ayer este diario, es la que propone que la Junta Directiva convocante del cónclave pueda acordar que sean compromisarios todos los militantes que se inscriban para participar en el proceso electoral en el plazo de 15 días recogido en la ponencia de estatutos. En realidad, lo que el PPCV hace es aprovechar una rendija que hace alusión a que los compromisarios electos que participarán en el congreso serán «al menos cuatro veces los natos», pero no establecer un máximo. En realidad, lo que el PPCV conseguiría -de aprobarse- es algo muy similar a la excepción que se aplica en Baleares y Canarias, pero salvando el engorro de recurrir a pedir lo que tienen estas dos regiones.
Entre las enmiendas que también presenta el PP valenciano se incluye la de la elección directa de alcaldes -asumiendo que sea el cabeza de lista de la candidatura más votada el que asuma la vara de mando municipal-, así como que el nuevo modelo de financiación autonómica garantice los recursos necesarios para el mantenimiento de los servicios públicos fundamentales, educación, sanidad y servicios sociales.
Los populares valencianos defenderán también con sus enmiendas la limitación de mandatos y la custodia compartida.
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