La Constitución también los separa

Tú a Alicante y yo me quedo en Valencia. La contraprogramación entre Generalitat y Delegación del Gobierno en el Día de la Constitución se volvió a producir. Con sólo media hora de diferencia en su comienzo, las dos instituciones llevaron a cabo durante el mediodía de ayer sendos actos en conmemoración de la Carta Magna en las dos provincias. Lo hicieron entre reproches varios, como ya ocurriera el año pasado.

El presidente del Consell, Ximo Puig, estaba molesto por la duplicidad de citas al considerar que él es, según el Estatuto de Autonomía, la máxima representación del Estado en la Comunitat y su convocatoria debía primar sobre el resto. Por contra, el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, aseguraba que el lugar escogido por el Consell para la celebración del 38 aniversario de la Carta Magna, la Ciudad de la Luz, no era el más adecuado, al tiempo que defendía que su acto se viene celebrando los últimos años y que no podía dar marcha atrás por haber comenzado a enviar las invitaciones una semana antes que el Ejecutivo.

Así, separados, celebraron los representantes políticos y la sociedad civil valenciana el aniversario de la Constitución. Pero no sólo físicamente, sino también en sus posiciones sobre reformar la Carta Magna. Los populares pusieron el acento ayer en la vigencia del texto y el Consell, con Puig a la cabeza, insiste en la necesidad de modificarlo.

El Salón del Trono de Capitanía General de Valencia albergó a algo más de 300 invitados. Al acto organizado por la Delegación de Gobierno acudió la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, que señaló antes de ocupar su asiento en la segunda fila del salón, que los cambios en la Constitución deben hacerse con el mayor de los consensos y con la hoja de ruta muy clara. «La Constitución hoy día sigue plenamente vigente, sin perjuicio de que se pueda avanzar en el estudio pausado de una posible reforma, desde la máxima lealtad institucional, y sin necesidad de modificar el núcleo de las decisiones fundamentales», señaló, exactamente el mismo discurso que pronunció Moragues.

A 170 kilómetros de distancia el Consell al completo celebraba un acto paralelo, pero con menos afluencia de público, un tanto desangelado. Las instalaciones de la Ciudad de la Luz en Alicante congregaron a un centenar de personas para festejar el Día de la Constitución y alguna más se dejó caer con motivo de una jornada de puertas abiertas. Allí también habló el presidente Puig sobre la modificación del texto constitucional, como ya hiciera el lunes tras reunirse con el secretario primero del PSC, Miquel Iceta.

El jefe del Ejecutivo valenciano resaltó la importancia de lograr una «reforma como respuesta al miedo» y aseguró que la Constitución «marca objetivos» compartidos que han de ser efectivos.

Sobre el reto de conjugar la igualdad entre personas con la diversidad entre territorios, Puig animó a los valencianos a que, «tots a una veu», defiendan ante el Gobierno central «una financiación justa y adecuada» a las necesidades de la Comunitat.