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El secretario general del PSPV, Ximo Puig, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, durante una reunión. :: damián torres
Puig e Iceta hacen frente común para reivindicar el Corredor Mediterráneo

Puig e Iceta hacen frente común para reivindicar el Corredor Mediterráneo

El presidente del Consell y el líder del PSC se reúnen en Valencia y acuerdan remar en el mismo sentido sobre la reforma de la Constitución

J. MOLANO

Martes, 6 de diciembre 2016, 00:10

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valencia. El presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig, recibió ayer al mediodía la visita del primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, en la sede de la calle Blanquerías. El motivo de la reunión, como detalló el dirigente catalán, fue «poner en común preocupaciones relativas a la financiación autonómica y también a las inversiones del Corredor Mediterráneo». Iceta le agradeció a Puig que le haya tendido la mano al Gobierno catalán y criticó la lejanía que mantuvo el PP durante su etapa al frente del Ejecutivo valenciano.

En relación a la financiación autonómica, los dos dirigentes acordaron remar en el mismo sentido. Iceta se mostró conforme con la línea reivindicativa de Puig y declaró estar preocupado por el inmovilismo de Mariano Rajoy en ese aspecto. Ambos, en una entrevista que duró poco más de media hora, también acordaron la necesidad de defender el Corredor Mediterráneo, una cuestión sobre la que Puig lamentó que despierte «más interés en Bruselas que en Madrid» y considera que se trata de una infraestructura necesaria para la Comunitat, Cataluña, Murcia y Andalucía.

Además de estos asuntos, ambos políticos respondieron a preguntas por parte de los periodistas acerca de la posibilidad de retrasar el debate sobre la modificación de la Constitución. En este sentido, tanto Puig como Iceta reclamaron que el Gobierno central debe abrir «ya» el proceso para comenzar a debatir la «necesaria» reforma de la Carta Magna porque consideran que se trata de una cuestión que no puede esperar.

«La Constitución hay que reformarla, lo sabe todo el mundo y lo sabe el PP y cuando antes comencemos mejor», subrayó Puig,para advertir de que si no se comienza el proceso se les «pasará el arroz».

«No podemos mirar hacia otro lado y pensar que no existe el problema porque el problema existe y hay que buscarle una solución», dijo Puig, y agregó que la reforma constitucional es «cosa de muchos actores y nadie tiene que imponer su modelo. Ni el PP, ni el PSOE ni los independentistas».

El presidente del Gobierno valenciano insistió en que la Constitución de 1978 está obsoleta, que existe una generación que no la considera como propia y señaló que ese debate no se puede retrasar.

Preguntados sobre la propuesta de Mariano Rajoy de esperar al Congreso del PSOE para comenzar a debatir esta reforma, Iceta destacó que el PSOE «tiene los deberes muy hechos», por lo que reivindicó que la Declaración de Granada «sirva de planteamiento de los socialistas, pero también para que pueda ser discutido por otros». Ese texto, suscrito por el partido en 2013, marca las bases para una reforma de la Constitución en un sentido federal que fije las competencias del estado autonómico y reglas claras para una financiación autonómica justa.

«El PP llega tarde y mal»

Para el dirigente catalán lo primero que hay que hacer es abrir una comisión que pueda servir para establecer el índice, el calendario y el temario de la reforma. «El PSOE en este tema no está obrando con prisas, pero el PP tiende a llegar tarde y cuando uno llega tarde, llega mal», lamentó.

A su juicio, lo prudente en este caso es «abrir un espacio en el que todo el mundo pueda proponer sus ideas» y que los partidos establezcan los puntos de aproximación y de dificultad sobre «los que trabajar». «Sería muy bueno que esa comisión, que el PSOE ha pedido ya en dos ocasiones, se abriera para poder trabajar en esta legislatura este tema», defendió.

Iceta indicó también que las reformas constitucionales son procesos «largos, complejos, delicados y que requieren de mucho consenso» y, por tanto, consideró que la prudencia es «deseable» pero «dejarlos aparcados 'sine die' sería muy imprudente e irresponsable en estos momentos».

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