Borrar
Joan Calabuig (PSPV), Joan Ribó (Compromís) y Jordi Peris (València en Comú) en el inicio del mandato. :: irene marsilla
El PSPV reclama a Ribó que rebaje impuestos tras la sangría de votos

El PSPV reclama a Ribó que rebaje impuestos tras la sangría de votos

El socio de gobierno de Compromís pide un ajuste fiscal a favor de los comerciantes, centrar la gestión en el empleo y dejar de lado conflictos por señas de identidad

PACO MORENO

Miércoles, 29 de junio 2016, 00:21

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Rebaja de impuestos a los comerciantes tras la subida de este año, tener en consideración las peticiones de vecinos y jubilados en la remodelación de líneas de la EMT; dejar de lado los conflictos relacionados con las señas de identidad valencianas y los sentimientos, léase esto último lo relativo a la Iglesia. Pero sobre todo, centrarse más en políticas de generación de empleo y servicios sociales son algunas de las peticiones que fuentes del Partido Socialista indicaron que reclamarán al alcalde Joan Ribó para que se apliquen en el Consistorio tras la sangría de votos sufrida el pasado domingo en las urnas.

Más que un toque de atención es una enmienda en toda regla a la gestión del gobierno municipal, aunque el portavoz de la formación socialista, Joan Calabuig, dijo a LAS PROVINCIAS que se han realizado ajustes de competencias en el primer año de mandato y que de momento sigue siendo válido el Acuerdo de la Nau, el documento que dio origen al tripartito formado por Compromís, el PSPV y València en Comú. «Pero es un hecho que nos obliga a reflexionar a todos, aunque sea en términos relativos porque no se puede comparar del todo unas elecciones generales con unas municipales», dijo sobre el resultado.

Calabuig señaló que «tal y como está el PP, con el grupo municipal paralizado por la investigación de blanqueo de capitales y casos tremendos de corrupción sorprende lo que ha pasado». Pero eso no quita para que destacara que la bajada de votos «aún no es alarmante, pero sí preocupante».

En su opinión, el gobierno municipal debe insistir más en colocar en «la parte de arriba de su agenda pública todo lo relacionado con la economía y el bienestar», con el propósito de movilizar a su favor a las clases medias urbanas. Pero otras fuentes socialistas fueron más precisas al señalar que «las cuestiones de gestos, de señas de identidad y sentimientos no debe ser lo que predomine en el Ayuntamiento», en clara alusión a la decisión de que la Real Senyera no entrara en la catedral en la procesión cívica del 9 d'Octubre, o la presencia de las tres magas republicanas en el balcón municipal.

En cuanto a la petición de una bajada de impuestos, el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, anunció hace escasas fechas una rebaja a parte de los comerciantes afectados por el incremento del Impuesto de Bienes Inmuebles. Es de suponer que esa iniciativa saldrá adelante, sobre todo tras el descenso de votos.

Respecto a las elecciones municipales del pasado año, el Partido Socialista ha ganado 18.812 votos, aunque sus socios de gobierno se han estrellado al perder 36.000 papeletas al sumar las tres formaciones que formaron coalición. El resultado del domingo daría el 51,5% de los votos a una posible coalición entre el Partido Popular y Ciudadanos, lo que ha puesto en alerta a los responsables socialistas de cara a 2019. Calabuig lo resumió con una cita: «Se debe llevar la pancarta en una manifestación, aunque no adelantarse tanto que detrás no quede nadie».

En su opinión, hay que «pasar a un segundo plano todas las cuestiones que no generan empleo», además de «dejar de hablar tanto de participación (ciudadana) y empezar a aplicarla. Escuchar no significa oír, hay que conseguir que la gente se sienta escuchada», señaló el edil.

Adujo que «en lo básico el gobierno ha ido bien», añadiendo que «ha funcionado el discurso del miedo», por parte del Partido Popular, citando también la influencia del referéndum británico que votó a favor de la salida de la Unión Europea. «Con unas bolsas en caída libre y un impacto tan grande, es indudable que ha tenido efecto», manifestó el portavoz del gobierno en el Consistorio. «Nuestro objetivo es gobernar para todos», reiteró Calabuig, con la idea de «no actuar contra nadie sino a favor de la inmensa mayoría de ciudadanos».

«Me preocupa 2019 y hay que hacer una reflexión para reforzar la gestión», aunque no tanto en su opinión para tocar el Acuerdo de la Nau. «Pienso que en lo sustancial no será necesario», adujo, aunque sí insistió en la necesidad de conectar más con la ciudadanía. «No se puede gobernar desde una atalaya y si hay que cambiar algo, se puede hacer sin problemas porque primero están las necesidades de la gente».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios