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J. C. F.
Miércoles, 29 de junio 2016, 00:21
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La Junta Directiva Regional del PP valenciano personalizó ayer en la líder del partido, Isabel Bonig, el triunfo electoral del pasado domingo. Los tres presidentes provinciales, y en especial el de Alicante, José Císcar, tuvieron palabras de reconocimiento para el papel jugado durante los últimos doce meses por la dirigente popular, y por la personalidad que ha mostrado pese a la complicada situación política y judicial que ha vivido el PP de la Comunitat.
El crecimiento de cuatro puntos respecto a los resultados del 20D -que llega a ocho si se compara con los resultados de las autonómicas de hace un año- ha disparado la euforia en el seno del PPCV. Bonig fue recibida con una fuerte ovación a su llegada a la sede del partido. Y su intervención fue despedida con gritos de «¡presidenta, presidenta!». El PP valenciano considera solventada la etapa de crisis abierta por la pérdida de la hegemonía electoral el pasado 24M. Y ahora mira ya a las municipales y autonómicas. «Este es el primer paso para la victoria en las municipales y en las autonómicas de 2019», dijo la propia Bonig en su intervención.
El 26J ha reanimado al PP valenciano. En la reunión de ayer, tanto Bonig como los tres presidentes provinciales -que fueron las únicas intervenciones- pusieron de manifiesto el éxito de la línea marcada por el partido. El presidente de Valencia, Vicente Betoret, aprovechó su intervención para reivindicar los resultados en esta provincia, y en particular los de Valencia ciudad. Su intervención fue interpretada por alguno de los asistentes como un intento velado de apropiarse del éxito electoral en el ámbito de la provincia de Valencia. El presidente del PP de Castellón, Javier Moliner, también incidió en los buenos resultados cosechados.
El líder del PP alicantino, José Císcar, fue el que más incidió en el papel de Bonig. Durante su intervención, según fuentes consultadas por este diario, el dirigente alicantino no quiso dejar pasar la oportuniddad de recordar que mientras el partido ha atravesado su particular travesía del desierto -arrinconado por el batacazo electoral de hace ahora un año y por la sucesión de causas judiciales que afectaban a algunos de sus cargos públicos, fue Bonig la que salió a dar la cara, a defender la honradez del partido y a adoptar las medidas necesarias. «Ella estuvo ahí, cuando lo más cómodo habría sido quedarse resguardada en Les Corts», señaló el dirigente provincial en lo que algunos entendieron como una velada referencia al silencio mantenido durante los últimos meses por algunos dirigentes populares valencianos. Entre las ausencias de la junta directiva de ayer, la del delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, la de la exalcaldesa Rita Barberá y la del diputado electo Gerardo Camps, entre otros. Sí que se vio al expresidente Alberto Fabra.
El triunfo de los populares en la Comunitat, con 917.000 votos y diez puntos de ventaja sobre el segundo partido, y el reconocimiento del papel de Bonig en el éxito alcanzado sitúa a la dirigente del PP valenciano no sólo con el camino despejado para el congreso del partido -que todavía no tiene fecha, aunque la calle Quart pretende que se celebre lo antes posible-, sino también su papel como referente del partido. Pese a no contar todavía con el refrendo de un congreso, el éxito del 26J despeja definitivamente el camino a Bonig para consolidar su liderazgo orgánico.
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