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Fernando Alandí, en una imagen de archivo. :: lp
El denunciante del caso  Avialsa, procesado por espiar al jefe de la empresa

El denunciante del caso Avialsa, procesado por espiar al jefe de la empresa

Francisco Alandí y otro empleado realizaban un «arduo control» de la intimidad de Huerta para acceder al contenido de sus ordenadores

A. RALLO

Viernes, 3 de junio 2016, 00:02

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valencia. El que fuera gerente de la empresa Avialsa y ahora colaborador de Anticorrupción en la investigación que ha terminado con la carrera del exdelegado del Gobierno Serafín Castellano no deja de acumular problemas judiciales. A sus tres imputaciones en diferentes piezas del caso -su denuncia no le exime responsabilidad penal en los asuntos bajo sospecha- se suma ahora su procesamiento por espiar al que fuera su jefe, Vicente Huerta. También se encuentra en la misma situación el exjefe de informática de la empresa dedicada a la extinción de incendios forestales.

El caso se lleva en el juzgado de Instrucción número 2 de Sagunto. El juez entiende que existen numerosas conversaciones entre ambos empleados a través de los teléfonos de la empresa de las que se desprende que estaban realizando un «arduo control y seguimiento de la esfera de la intimidad personal» del querellante sin que este hubiera prestado su consentimiento. Tampoco dio autorización a que se inmiscuyeran «en su intimidad personal, familiar y profesional ni para que pudieran acceder al «contenido de los archivos que constaban en su PC».

El auto del juzgado incluye algunos de estos mensajes, enviados a través de conocidas aplicaciones, en las que se evidencia cómo vigilaban si Huerta estaba o no en las oficinas. Uno de los innumerables textos aportados a la causa recoge cómo el informático le manda un mensaje a Alandí: «Vte ya está aquí». «Ok. Ya me dices cuando se va», responde el gerente. Esta vigilancia se extendía también a las reuniones que mantenía el querellante con otras personas. De igual modo hasta ejercían un férreo seguimiento de sus viajes y los acompañantes. De nuevo, el contenido de los teléfonos y los correos aportados resultan clave. Le controlan los viajes de placer, los alquileres de coche y los billetes de tren. «Recuerda sacarme lista de la web de Vicente. Me lo dejas dentro de un sobre», le comunica el gerente al responsable de informática. En la misma línea figuran otras órdenes del tipo: «Aprovecha y copia mails. Entiendo que se irá esta tarde en avión». Son numerosísimos los mensajes de estas características. «¿No puedes hace copia de todo en disco duro extraíble y luego verlo todo en casa tranquilamente?».

El juez ha decidido que la causa prosiga por el delito contra la intimidad personal, pero decreta el archivo por una posible revelación de secretos. Resuelve el instructor que esa documentación fue aportada en su día como parte de su derecho de defensa en otro procedimiento en el que Avialsa le denunció por estafa y apropiación indebida. El dueño de la mercantil está investigado por regalar al conseller Castellano relojes y cacerías a cambio de un trato de favor.

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