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El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. :: EFE
El Consell deja fuera una veintena de sus entes para calcular la morosidad

El Consell deja fuera una veintena de sus entes para calcular la morosidad

El plazo medio de pago a proveedores supera los 73 días en abril a pesar de que el Ejecutivo excluye el doble de instituciones públicas que hace un año

BURGUERA

Martes, 31 de mayo 2016, 21:01

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La Generalitat cifró en abril el periodo medio de pago a proveedores en 73,23 días en abril, lo que supone un incremento del 10% en los plazos respecto a marzo y la morosidad más alta registrada en 2016. Para el cómputo de esta demora, el Ejecutivo está utilizando un cálculo que, en lo que va de año, ha excluido a una veintena de entidades públicas. Entre enero y abril del año pasado, aún con el PP al frente del Consell, la cantidad de instituciones que se quedaron fuera de la evaluación fue una decena, la mitad que actualmente. Ese incremento es considerado una situación azarosa por parte de la Conselleria de Hacienda que dirige el socialista Vicent Soler, mientras que fuentes populares consideran que se trata de una «trampa, porque se quedan fuera instituciones de peso».

Entre enero y abril de 2015, para computar la morosidad de la Generalitat quedaron fuera el Consell de la Juventut, el Consorcio del Hospital de Castellón, fundaciones como 'Gent per Gent' o el Instituto Valenciano de Acción Social. Se excluía a una decena de entidades y el resultado de ese primer cuatrimestre fue una demora de 91,96 días. En el mismo periodo del presenta ejercicio el periodo medio de pago es de 66,80 días, si bien el número de entidades públicas que han quedado fuera son una veintena. A las que incluía el anterior Consell se han sumado otros consorcios, así como la antigua RTVV, la Feria de Alicante o la Universidad de Alicante.

El incremento supone que la precisión del dato sea menor. Desde la Consellería de Hacienda se asegura que los interventores no actúan bajo una consigna, sino que eliminan de sus cálculo a las entidades que presentan datos incorrectos o fuera de plazo. Lo que ya no es tan fácil de comprobar es si todas esas instituciones públicas que se ausentan de los cálculos de los interventores ofrecen sus datos tarde o de manera incorrecta por algún tipo de orden.

«Algunas de esas entidades que se han quedado fuera son de mucho peso. Se trata de una trampa clarísima, aunque ya sea algo a lo que nos estamos acostumbrando, porque este Consell es capaz de hacerse trampas al solitario. El Gobierno de Puig y Oltra es un Ejecutivo tan moroso como tramposo», señaló Rubén Ibáñez, diputado del PP y responsable del área económica del grupo parlamentario popular.

El dato del periodo medio de pago a proveedores no sólo es un indicativo de cómo es la relación de la Generalitat con las empresas que le suministran servicios. Es también un dato fundamental a la hora de presentarse ante el Ministerio de Hacienda con el fin de justificar unas cuentas, si no saneadas, si organizadas.

El departamento de Cristóbal Montoro insiste constantemente en que la Ley de Estabilidad Presupuestaria permite que el Estado bloquee los fondos destinados a una autonomía y decida intervenir para pagar directamente a los acreedores, algo que ha hecho en Aragón y Extremadura por duplicar reiteradamente el periodo de pago. Negociar con Madrid con una morosidad baja es importante para el Consell a la hora de percibir el FLA justificando contar con unas cuentas rigurosas.

Desde la Conselleria de Hacienda se considera que si en abril se ha incrementado el periodo medio de pago a 73 días (en marzo se situó en 67) se debe a «la arbitraria y electoralista política para el reparto de los anticipos y del FLA por parte del Ministerio de Hacienda, según se trata del Consell de Fabra o el de Puig». El departamento de Soler hace hincapié en que los fondos de liquidez que recibe el actual Ejecutivo valenciano desde Madrid son el 15% del total de lo recepcionado por la Generalitat presidida por el PP entre enero y abril del año pasado, con las elecciones autonómicas a la vista. «Por eso decimos que es una estadística tramposa, manipulada, que Montoro se hace trampas para erosionar la imagen de los gobiernos progresistas o que se da una patada a sí mismo, pero en las posaderas del Consell», indicaron ayer desde Hacienda.

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