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Carlos Fabra, a su salida de la cárcel de Aranjuez. :: efe
Carlos Fabra se reúne con empresarios de Castellón

Carlos Fabra se reúne con empresarios de Castellón

Es la primera visita a la capital de la Plana desde que se le concedió en abril el tercer grado penitenciario tras pasar 17 meses en prisión

S. P.

Martes, 31 de mayo 2016, 00:14

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Carlos Fabra comienza a normalizar su día a día como preso que disfruta del régimen de semilibertad que es el tercer grado. El exlíder del PP de Castellón y expresidente de la Diputación fue visto ayer en la capital de la plana tras mantener un encuentro con empresarios de la provincia de Castellón. La cita, la primera de la que se tiene noticia desde que el exdirigente popular disfruta de este régimen, no sólo resulta significativa por el viaje a la capital de la plana, sino, especialmente, por ese encuentro con algunos empresarios. Las fuentes consultadas por este diario no pudieron confirmar la identidad de los participantes en la reunión, adelantada ayer por la Cadena Ser, aunque se les vincula a la etapa del político como secretario general de la Cámara de Comercio de Castellón, entre 2011 y 2013.

El veterano exdirigente tratar de recuperar en la medida de lo posible la normalidad en su actividad diaria. El régimen de semilibertad del que disfruta Carlos Fabra le obliga a dormir de lunes a jueves en el centro Victoria Kent de Madrid. Es decir, desde el viernes por la mañana y hasta el lunes por la noche dispone de cierta autonomía.

Carlos Fabra pasó a disfrutar a mediados de abril el tercer grado penitenciario -17 meses después de ingresar en prisión-, tras la decisión de la juez de vigilancia penitenciaria número 3 de Madrid de concederle el tercer grado a pesar del criterio en contra de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y de la propia Junta de Tratamiento del centro penitenciario de Aranjuez, en el que estaba ingresado. La juez de vigilancia apreció en su decisión la edad del exlíder popular (70 años), el bajo riesgo de reincidencia, su evolución favorable como interno y el hecho de tener una condena corta: cuatro años, y por delitos que no son «graves». Pese a ello, Fiscalía Anticorrupción presentó un recurso ante la Audiencia de Madrid contra la resolución.

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