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Xavier Rius.
El diputado de Compromís achaca su informe sin firma a la falta de tinta en la fotocopiadora

El diputado de Compromís achaca su informe sin firma a la falta de tinta en la fotocopiadora

Rius dice que se pidió presupuesto a otra imprenta además de a la de su pueblo, aunque en el expediente no consta

J. C. F./B. F.

Viernes, 27 de mayo 2016, 19:44

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A Felipe II se le atribuye aquella famosa frase de «no envié mis naves a luchar contra los elementos», pronunciada en 1588 tras la derrota de la Armada Invencible. Al diputado de Cultura de la Diputación de Valencia, Xavier Rius, los elementos técnicos son los que le jugaron una mala pasada. El jueves, en declaraciones a este diario, el político de Compromís, atribuyó a un problema de tinta en la fotocopiadora la ausencia de firma en el Informe edición agenda 2016 del área de Cultura, el documento que proponía la contratación de la imprenta Gráficas Vimar S.L. para la impresión de la mencionada agenda.

Rius aseguró que la firma de ese documento, que correspondería a su jefa del gabinete, Amparo Ferrando, sí que consta en el documento. ¿Y por qué no aparece en la documentación? El diputado de Compromís explicó que probablemente se debe a un problema con la tinta de la fotocopiadora. «Se firmó con bolígrafo suave. Quizá no había tóner y el PP no se preocupó de comprobar si la firma constaba o no», aseguró. En la documentación de que dispone este diario no aparece ni la más mínima sombra de firma alguna. Rius remitió a este diario una pequeña foto en la que sí parece apreciarse un trazo.

Tal y como ha venido relatando este diario, la contratación de Gráficas Vimar, una imprenta ubicada en el municipio de Picanya, del que Rius es concejal, se ha visto envuelto en la polémica. Tanto por la ausencia de firma en ese documento como por el hecho de que el diputado recurriera a una empresa ajena a la institución provincial a pesar de que la corporación que preside Jorge Rodríguez dispone de imprenta propia.

Al problema técnico de la tinta se une otro problema, según la versión ofrecida a este diario por el político de Iniciativa -el partido de Mónica Oltra-: el de la «maquinaria obsoleta». Rius calificó de esta manera la situación de la imprenta propiedad de la corporación provincial para justificar que el encargo de la mencionada agenda se hubiera trasladado a otra empresa. «Los libros que se imprimen allí no pueden ser demasiado complejos. Las pruebas de preimpresión no pueden hacerse allí. Además, existe un problema de falta de personal», relató. Rius sostuvo esa tesis a pesar de que la imprenta de la corporación provincial acaba de imprimir un catálogo de una exposición de la obra de José Segrelles en la Institució Alfons el Magnànim, y en el que no se aprecia la menor incidencia en lo que a calidad se refiere.

Rius trató de explicar también el hecho de que la fecha de la documentación administrativa correspondiente a la contratación de la mencionada imprenta para la edición de la agenda de su departamento para 2016 sea posterior a la impresión de la propia agenda -se repartió entre los funcionarios a finales del año pasado, y el decreto de aprobación del contrato es del 29 de febrero-. El diputado aseguró que la Intervención de la Diputación -el órgano encargado de supervisar la gestión financiera de la corporación- «cierra el presupuesto a mitad de noviembre y no lo vuelve a desbloquear hasta mediados de febrero». Rius vino a explicar que durante ese periodo no se pueden tramitar los gastos, de manera que, aunque se encarguen con anterioridad, la tramitación administrativa de la documentación tiene que llevar fechas posteriores.

De hecho, el diputado aseguró que así ha ocurrido en los últimos años. El titular de Cultura aseguró disponer de los expedientes correspondientes a los ejercicios de 2013, 2014 y 2015, «y en todos ellos la firma del decreto de presidencia -que pone fin a la tramitación administrativa del gasto- es posterior a la impresión de la agenda». Según aseguró, en el primer caso ese decreto se habría firmado el 24 de julio (siete meses después de entregarse la agenda). En los dos siguientes, ese decreto tendría fecha del 4 y del 31 de marzo, respectivamente.

Rius señala que Vimar, «efectivamente está ubicada en Picanya», localidad de la que el político de Iniciativa (el partido que lidera Mónica Oltra) es concejal. El diputado de Compromís asegura que Vimar trabaja habitualmente con la Diputación, e informa de las facturas que la imprenta ha girado a la corporación provincial desde 2006 y el importe de todos esos trabajos, lo que efectivamente permite comprobar que 2016 está siendo un año muy provechoso para la firma de Picanya. Concretamente, el mejor de todos. Entre enero y mayo de este año ya ha girado a la institución que preside el socialista Jorge Rodríguez el mismo número de facturas como en todo 2015 (cuatro), más que en 2014 (tres), que en 2013 (cuatro).... de hecho, sólo en 2009 y 2010 facturó en más ocasiones (cinco veces) que en lo que va del presente ejercicio. Igualmente, la empresa radicada en el municipio de Rius ha facturado ya este año por un importe de 26.000 euros, cantidad notablemente mayor que durante ejercicios anteriores. Concretamente, durante 2016 ya ha recibido encargos por un valor superior a los cuatro años anteriores juntos. Para más alegría de Vimar, este año ha facturado más del doble que la mayor cantidad recibida por la Diputación en la última década. Hasta la llegada de Rius, la mejor relación contractual de la empresa con la corporación provincial se dio durante 2007, cuando facturó tres trabajos por un importe total de 13.078 euros, mientras que desde el pasado 27 de enero hasta este mes, las cuatro facturas giradas por Vimar generaron un coste para las arcas provinciales superior a los 26.400 euros.

Pese a ello, el diputado asegura que de los trabajos encargados durante el ejercicio de su responsabilidad, «se observa una diversidad en los distintos trabajos encargados a imprentas en el Área de Cultura, de hecho, hasta 16 empresas diferentes han trabajado hasta fecha de hoy».

Respecto al coste, Rius asegura que este año se han encargado 2.000 ejemplares, con un coste de impresión de 11.150 euros, con un coste por unidad de 5,57¤ (precios sin iva). Como cifra comparativa, Rius asegura que la agenda anterior, gestionada por el anterior gobierno popular, fueron 1.130 ejemplares, con un coste de impresión de 17.854 euros, con un coste unitario de 15,80 euros (precios sin iva).

Otra oferta

¿Y cuántas ofertas se pidieron? El diputado sí admitió al menos que en el expediente sólo consta la referencia a la imprenta de su municipio que realizó la agenda, a pesar de que cuando el PP de la Diputación le preguntó al respecto, dio por sentado que al menos se habrían solicitado dos. Pese a que en el expediente sólo figura Gráficas Vimar, Rius aseguró tener constancia de que se había solicitado otra oferta a otra imprenta, y que se terminó escogiendo la de Picanya por ser la más barata.

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