Los trece años de «dispendios» de la Diputación de Lugo

La trabajadora de la Diputación de Lugo Carmen G. L facturó 38.407 euros a la institución provincial en gastos odontológicos, oftalmológicos y en tratamientos de medicina alternativa para sus hijos entre 2003 y 2013. En ese mismo periodo, la funcionaria María Dolores L. G. gastó 15.523 euros en concepto de ayuda médica para ella y sus hijos: dentista y adquisición de gafas graduadas y lentillas. Solo en 2012, el encargado de la portería de la diputación, José R. P., pasó 8.879 euros en dentista y la compra de una montura para unas gafas.

En 2006, el administrativo Manuel G. A. facturó 10.000 euros al erario público en concepto de campamentos para hijos de personal funcionario y laboral de la corporación. En 2009, las cuentas registraron gastos de María Carmen M. L., también administrativa, por 67.045 euros en concepto de honorarios para un despacho de abogados de Madrid debido a un pleito. Un año antes, el tesorero José F. F. recibió 12.173 euros en concepto de prestaciones sociales de ayuda familiar para jubilados. Unas retribuciones que en el caso de otro tesorero, José P. G., ascendieron a 81.212 euros entre 2003 y 2010, sin que se sepa si fue él el receptor final u otros funcionarios.

Estos son algunos ejemplos de los gastos que la Diputación de Lugo ha venido sufragando durante el periodo 2003-2015. Unos "cuantiosos gastos de dudosa legalidad" reflejados en su contabilidad. Se trata de cerca de 4,2 millones de euros cargados a las siguientes aplicaciones presupuestarias: prestaciones sociales, gastos sociales de funcionarios y personal no laboral y gastos sociales de personal laboral. La documentación ha sido remitida por la institucional a la juez Pilar de Lara dentro del sumario de la 'operación Pulpo', que investiga delitos de malversación continuada de caudales públicos, tráfico de influencias, cohecho, prevaricación, fraude de subvenciones o a la administración pública.

"Gastos polémicos"

La institución justifica estos pagos, realizados durante las etapas de Francisco Cacharro Pardo (PP) y José Ramón Gómez Besteiro (PSOE), en un acuerdo marco único firmado en su origen para gastos del personal funcionario. Sin embargo, la titular del Juzgado de Instrucción uno de Lugo y la Policía Judicial investigan la inclusión en los "gastos sociales" de otras partidas como "comilonas" y "viajes subvencionados".

Un indicio revelador es una carpeta aparecida en el ordenador de la jefa de prensa de Gómez Besteiro, quien dimitió el pasado 18 de marzo como secretario general de los socialistas gallegos tras ser imputado, denominada "Gastos polémicos de la Diputación de Lugo". Están referidos a la etapa del fallecido Cacharro Pardo (2003-2007), según el sumario al que ha tenido acceso COLPISA. Se sospecha que la investigada Leticia Vilar mantenía este registro para ejercer algún tipo de presión sin que en ningún momento haya denunciado estos "polémicos" pagos ni al Tribunal de Cuentas.

En cualquier caso, los "dispendios" continuaron con la llegada de Gómez Besteiro (2007-1025), a quien también se investiga por la supuesta concesión a dedo de la plaza de Vilar. Así, además de sufragar a los trabajadores de la diputación gastos médicos, ayudas para vivienda (hasta 30.000 euros), premios por jubilación (1.803 euros), natalidad (300 euros por el primer hijo o 600 por el segundo) o nupcialidad (300 euros), también se destinaron "gastos sociales" a comidas (el restaurante La Palloza Gallega recibió 193.660 euros entre 2003 y 2009 y un particular, 4.758 por una pulpada) y "viajes subvencionados", según la juez.

A cargo del erario público, la institución llevó a sus empleados a Argentina, Eurodisney, Ámsterdam, a través de un crucero por el Rhin, la costa alicantina, India o Madrid. De estos desplazamientos se beneficiaron cuatro operadores con sumas desde 14.500 hasta 42.500 euros.

La magistrada De Lara afirma en sus autos que pagos de los que figuran la contabilidad de la Diputación de Lugo pudieran tener justificación, como son los gastos en ayuda médica, asistencia farmacéutica y diversos privilegios, entre otros por nupcialidad, natalidad o jubilación.

Sin embargo, a pesar de que se hace referencia en el apartado de "ayudas sociales diversas" a la posibilidad de concertar centros de descanso, vacaciones, etc., para su personal, "parece exagerado", dice, los gastos que se destinaron a viajes o festividades y que supusieron pagos importantes en restaurantes. Una circunstancia que la investigación "no encuentra modo de encajarlos dentro del reglamento".