Puig se desentiende de la orden a los funcionarios para rastrear la etapa del PP

¿De quién ha sido la idea de trasladar por escrito una orden a los funcionarios de la Generalitat Valenciana para que rebusquen en la gestión del PP valenciano? La ficha para la recogida de información sobre malas prácticas de los últimos gobiernos, que la conselleria de Transparencia ha remitido a toda la administración, dejó en evidencia las discrepancias existentes en el seno del Ejecutivo valenciano en relación con esta cuestión. El presidente del Consell, Ximo Puig, optó por desentenderse de la iniciativa y asegurar desconocer si se había cursado esa orden. Paradójicamente, el titular de Transparencia, Manuel Alcaraz, aseguró a este diario que Puig era perfecto conocedor de esta iniciativa.

La ficha remitida a los funcionarios valencianos para que denuncien situaciones irregulares en el gobierno y la gestión de la Generalitat de los últimos años ha generado una seria polémica. En primer lugar, porque la propia iniciativa deja entrever la voluntad de rebuscar en la gestión de los veinte años del PP valenciano en la Generalitat situaciones que, al margen de los casos de corrupción ya conocidos, ejemplifiquen el "mal gobierno" en la administración autonómica gobernada por los populares. En segundo lugar, por la sorprendente decisión de comunicar por escrito esta búsqueda de información con la intención de recopilarla en un único documento.

El presidente de la Generalitat trató de quitarse de en medio de la polémica. Y lo hizo desentendiéndose de la iniciativa. "Desconozco en este momento si hay una orden de estas características", aseguró el jefe del Gobierno valenciano. Una respuesta significativa, toda vez que es una conselleria de su Ejecutivo, la de Transparencia, la que ha tomado la iniciativa de darle forma a este formulario para que los funcionarios denuncien. Puig añadió, no obstante, que cualquier funcionario público, "ante cualquier actuación irregular, tiene que tomar las medidas pertinentes". La afirmación es incuestionable, pero no entra en el fondo de la ficha impulsada por la conselleria de Transparencia: la denuncia no es sobre actuaciones irregulares de las que tengan conocimiento en la actualidad, sino sobre actuaciones pasadas, correspondientes a la etapa del PP. De hecho, lo que se pide viene a ser el equivalente a una revisión de la gestión administrativa bajo etapa popular, incluyendo aspectos como comisiones de servicios, adscripciones, niveles o distribución de recursos humanos, aspectos sobre los que parece complicado encontrar malas prácticas.

Pese a ello, el presidente de la Generalitat aseguró ayer, a preguntas de este diario, que el Ejecutivo valenciano "no gobierna para buscar qué ha pasado" anteriormente, aunque ha apuntado que debe explicar "cómo están las cosas y actuar en consecuencia". Puig llegó a proclamar que la orden dada a los funcionarios "no corresponde a una acción de carácter político estrictamente".

Las palabras del jefe del Consell contrastan con las del conseller de Transparencia. Este diario se puso en contacto con Manuel Alcaraz, que explicó que la comunicación enviada a las consellerias -a todas, precisó- no responde a una ocurrencia. "En el Pacto del Botánico se recoge que los partidos firmantes procurarían arrojar luz sobre las épocas anteriores por la mala gestión que se había realizado", dijo. "Esta iniciativa no se nos ha ocurrido de pronto, sino que está en la parte más política de ese acuerdo" de PSPV, Compromís y Podemos.

Las fuentes consultadas por este diario subrayaron ayer que una de las discrepancias entre el PSPV y Compromís durante la gestación del Pacto del Botánico fue precisamente la negativa de los primeros a atender la propuesta de los segundos de revisar la acción del PP en el Consell.

Alcaraz quiso dejar claro que la iniciativa fue del Consell, aunque su departamento es el que ha elaborado la ficha remitida al resto de consellerias. "Se trata de una decisión del Consell", subrayó Alcaraz, que explicó que la iniciativa había surgido a raíz de conversaciones más o menos informales entre los consellers. "Más allá de un acuerdo como tal del pleno, que no existe, los miembros del Consell sí que habíamos coincidido en la necesidad de homogeneizar esa información que estábamos recibiendo respecto a malas prácticas", detalló. ¿Conocía Puig esta íniciativa? "Esto no se ha hecho sin su conocimiento", contestó el titular de Transparencia.

Alcaraz explicó a este periódico que los consellers han venido observando cosas "extrañas". Puso ejemplos como partidas que debían destinarse a la promoción del derecho histórico valenciano "y que se dedican en cambio a corridas de toros". "O partidas tan curiosas como dinero para fotos en fallas o para enseñar a tirar cohetes", añadió. "No se trata de hacer una cacería, porque la información se hará pública una vez haya sido contrastada", señaló.

Transparencia explicó que trasladó su propuesta de ficha en una reunión de subsecretarios. "Lo que ignoro es qué caso le ha hecho cada departamento a esta inicativa", dijo el conseller. Alcaraz aseguró que le gustaría que este tipo de procedimientos pudieran abarcar también a la gestión del actual Consell, aunque a continuación admitió que se ha dado un plazo de seis meses para recopilar toda la información aportada.

Alcaraz dijo que no se le ha pedido a los funcionarios que rebusquen información de la etapa del PP -pese a que la ficha habla del gobierno y la gestión de la Generalitat en los últimos años-. "Esta iniciativa no es distinta de lo que ha existido siempre. Sólo que antes había miedo (a denunciar, entre los funcionarios) y ahora nadie les podrá perseguir", dijo. Señaló que desconocía cómo había abordado cada conselleria la iniciativa aunque insistió en que los subsecretarios y los jefes de gabinete conocen su contenido.