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El presidente de la Generalitat, Ximo Puig. :: efe
El Gobierno y Ferraz desautorizan a Puig por incluir el régimen foral en la financiación

El Gobierno y Ferraz desautorizan a Puig por incluir el régimen foral en la financiación

La vicepresidenta y el portavoz del PSOE defienden que siga el actual modelo que disfrutan el País Vasco y Navarra

LAURA MARTÍNEZ

Martes, 1 de septiembre 2015, 00:04

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El reparto de la tarta de la financiación que planteó el domingo el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha desencantado por igual a populares y socialistas. El Ejecutivo nacional y la dirección general socialista se manifestaron ayer contrarios a la propuesta del presidente valenciano, que abogó por incluir al País Vasco y a Navarra en la reforma de la financiación autonómica, lo que pondría en cuestión el régimen económico foral.

Puig, en su batalla por la mejora de la financiación, declaró en una entrevista a Europa Press que el modelo de financiación autonómica debía constituirse «desde cero». «No se trata de hablar sólo del trocito de la tarta que le corresponde a las comunidades autónomas y que entre ellas vayan discutiendo a ver si les toca un poquito más o menos, sino de hablar del conjunto, de todos los recursos del Estado y priorizar las políticas» indicó el presidente.

Rediseñar la distribución de la tarta es una cuestión que implica poner sobre la mesa también los sistemas e financiación que tradicionalmente permiten al País Vasco y Navarra gestionar sus propios recursos económicos, y que recoge la Constitución, pero «sin buscar la confrontación», aseguró Puig.

Este planteamiento del dirigente socialista fue rechazado ayer de forma fulminante por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que descartó «tocar el concierto vasco» y criticó que los socialistas «piden reconocer los hechos diferenciales y luego los quieren quitar» lo que consideró una postura «incoherente».

La vicepresidenta instó a Puig a que le explique su postura sobre la financiación a Patxi López, exsecretario general de los socialistas vascos «y luego que me la cuente a mí», apostilló. Santamaría también recordó que es en la Constitución española, en su disposición adicional primera, donde se encuentra recogido el sistema de financiación para navarros y vascos y se prevé que sea mediante el «concierto» y el «amejoramiento».

La misma mañana también llegaba el «no» del partido socialista. Su portavoz, Antonio Hernando, irguió el argumento de la Constitución para declinar la propuesta del líder socialista valenciano y aseguró que los conciertos económicos son «indiscutibles» porque vienen recogidos en la Carta Magna. Además, le dio un toque de atención a Puig, afirmando que la postura del PSOE respecto al régimen foral está recogida ya en la Declaración de Granada, aprobada en 2013, en la que los socialistas defienden la continuidad de los sistemas de financiación especiales para vascos y navarros. Lo cual, recordó, no excluye su participación en el debate sobre el modelo del resto de regiones. «Que todas las comunidades participen en la negociación es lo que establece la ley y lo que parece razonable» sentenció el portavoz socialista.

No sólo desde la dirección nacional socialista desaprobaron a su dirigente valenciano. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández de Vara, pidió «no poner España patas arriba» en vista a una posible reforma constitucional y aseguró que «no es necesario empezar desde cero» puesto que no se trata de un nuevo proceso constituyente.

Puig abogó por «hablar de globalidad» en el diálogo por el nuevo sistema de financiación y reiteró que el actual es discriminatorio, especialmente para los valencianos. Las diferencias de la Comunitat respecto a las otras autonomías, de 300 euros per cápita, también suponen una fractura territorial, según el presidente, que también advirtió que si la Comunitat quiere seguir garantizando los servicios básicos, no puede seguir a la cola en la financiación per cápita, que impide «de una manera extraordinaria el progreso, la innovación y el apoyo a la economía real».

Pacto con todos los partidos

El presidente también anunció ayer, en Radio Valencia la puesta en marcha de una ronda «inmediata» de contactos con todos los partidos políticos valencianos para llevar adelante su lucha por la infrafinanciación de la Comunitat Valenciana.

Puig quiere llegar a un «gran acuerdo justo» con todas las fuerzas, incluso con las que no tienen representación parlamentaria, así como con los agentes sociales y las universidades, para lograr una financiación «justa». El presidente remarcó que la actual distribución de recursos evidencia que «hoy España no es un país en el que los ciudadanos sean iguales». Puig aseguró que si los valencianos recibieran lo mismo que Navarra, la Comunitat contaría con 6.300 millones de euros más al año y se elevarían a casi 10.000 si obtiviera lo mismo que el País Vasco. Insistió también en que su intención no es la de confrontar a las comunidades, «sino tener una realidad que permita cumplir la ley de financiación que es tener más suficiencia financiera». Tampoco es la de cargar contra vascos y navarros, aseguró. «Yo no se si están suprafinanciadas», dijo el presidente, «yo lo único que quiero para mi comunidad es lo mismo que para las demás».

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