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El cerebro de la trama Emarsa detenido en Moldavia será juzgado en un mes

A. RALLO

Sábado, 29 de agosto 2015, 00:18

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valencia. Jorge Ignacio Roca Samper, el cerebro de la trama de saqueo de la depuradora de Pinedo, será juzgado aproximadamente en un mes. El empresario, que llevaba fugado desde que estalló el caso Emarsa, fue detenido este verano en Moldavia.

Allí sigue en prisión, a la espera de que sea juzgado. El pasado día 17 de agosto se trasladó el caso al juez encargado del asunto. La vista podría celebrarse aproximadamente en un mes, según informaron fuentes del Ministerio de Justicia.

El arresto de Roca pone en duda que el juicio en Valencia por el desfalco de 25 millones de euros comience en la fecha prevista, el próximo 2 de noviembre. Su delito en Moldavia fue llevar un documento de identidad falso. Este ilícito no suele conllevar pena de prisión. Lo habitual, según las mismas fuentes, es que se le imponga una multa. Esto haría que una vez abonara la cantidad fuera extraditado a España, proceso al que ya ha dado su consentimiento. La detención, adelantada en su día por LAS PROVINCIAS, puede suponer un auténtico terremoto en el caso Emarsa en el supuesto de que Roca decida declarar. Su testimonio o las diligencias que se deriven de él podrían obligar a un aplazamiento del juicio. Se desconoce si el imputado llegará a España antes de que comience la vista.

Roca interpuso sus empresas -sin medios ni personal- en la facturación a las sociedades que trataban el lodo de la planta de Pinedo. Y con esta mecánica logró desviar algo más de diez millones de euros, según se ha acreditado en las pesquisas judiciales. La investigación sostiene que ese dinero se repartió entre el exgerente Esteban Cuesta, el exvicepresidente de la Diputación, Enrique Crespo y dos ex altos cargos de la Generalitat, José Juan Morenilla e Ignacio Bernácer.

El empresario desapareció sin dejar rastro. Se especuló con diferentes destinos. Algunos indicios lo situaban en Rumanía. Pero también se deslizó la posibilidad de Suramérica o incluso Pakistán. Finalmente, la Interpol lo localizó en Moldavia, país que tiene frontera con Rumanía y Ucrania. Se hacía pasar por Botnari Gheorghhi Alexandr.

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