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El padre de las niñas es conducido ante el juez ante la mirada de los vecinos. :: Salvador Sas / efe
Decenas de vecinos insultan al supuesto asesino de sus hijas a las puertas del juzgado

Decenas de vecinos insultan al supuesto asesino de sus hijas a las puertas del juzgado

La juez envía al detenido a prisión sin fianza y el fiscal revela que ve indicios de criminalidad para acusarle del crimen

R. C.

Sábado, 1 de agosto 2015, 23:45

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madrid. La Guardia Civil tuvo que aplicarse ayer para proteger a David O. R., el padre sospechoso de haber asesinado a sus dos hijas de 4 y 9 años en la localidad pontevedresa de Moraña. El detenido fue trasladado en torno a las 12.30 horas a los juzgados de la vecina localidad de Caldas, donde fue recibido por decenas de personas que lo increparon y lo insultaron.

A las puertas del edificio donde debía testificar se vivieron escenas de tensión desde el momento en que apareció el coche camuflado de la Guardia Civil que trasladó al presunto asesino desde la Comandancia de Pontevedra. Allí pasó la noche tras haber recibido el alta en el hospital Montecelo, donde fue atendido de las leves heridas que se autoinfligió tras supuestamente haber matado a sus dos hijas.

Nada más llegar el vehículo, decenas de personas que allí aguardaban se arremolinaron en torno al coche, pese a que se había establecido un perímetro de seguridad para facilitar el ingreso en los juzgados del detenido, en medio de un nutrido dispositivo policial integrado por al menos cuatro patrullas de la Guardia Civil y algunos agentes de la Policía Local.

Cuando David O. R., de 40 años, fue sacado esposado y a cara descubierta del vehículo recibió una lluvia de insultos, como «asesino» o «hijo de puta», y varias personas gritaron comentarios de malos deseos hacia el presunto responsable de un crimen que ha provocado un profundo estupor, tanto entre los vecinos de Moraña como en los de Caldas, donde el padre es conocido por regentar una inmobiliaria.

Los momentos de tensión derivaron incluso en que alguno de los presentes se encarase con los agentes de la Guardia Civil, que intentaban mantener el orden y evitar que el detenido fuese agredido. Al ver el ambiente hostil el arrestado intentó volver a entrar en el vehículo, pero los agentes que lo escoltaban lo sacaron del coche y lo llevaron hasta el edificio judicial. «Dejádnoslo cinco minutos, que no lo vamos a matar, pero sale quemado», le dijo con impotencia una mujer a un guardia civil a las puertas de los juzgados, donde las decenas de vecinos de permanecieron durante horas.

Prisión sin fianza

Las niñas fueron halladas muertas el viernes junto a su padre lesionado, supuestamente al haber intentado suicidarse tras cometer los asesinatos. La principal hipótesis sobre el crimen es que David O. R. mató a sus hijas para vengarse de su exmujer, con la que mantenía un conflicto por la custodia. Las víctimas habían pasado un periodo de vacaciones con su padre y ayer debían haber vuelto a casa de su madre.

Tras tomar declaración al arrestado la jueza ordenó el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para el detenido, tal como solicitó el fiscal. El representante del Ministerio Público explicó a las puertas de los juzgados que pedirá la calificación de asesinato por la existencia de un agravante que rechazó aclarar. Sí apuntó que ve «indicios» de culpabilidad.

Las menores serán incineradas en la más absoluta intimidad y su familia, destrozada según fuentes cercanas, ha decidido no celebrar velatorio ni otro tipo de acto.

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