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Sede de la empresa pública Imelsa.
La exmujer de Benavent trabaja de manera irregular en la Diputación

La exmujer de Benavent trabaja de manera irregular en la Diputación

Supera el límite legal de tiempo que se puede permanecer en comisión de servicio en un puesto público en la corporación

Marta Hortelano

Jueves, 30 de abril 2015, 14:28

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Durante años, nada se movía en Imelsa (y casi en la Diputación) sin que su exgerente tuviera conocimiento. Y para ello, se rodeó de un equipo en el que no faltaban familiares de cargos del PP de Valencia ni personas de su máxima confianza. Tanto es así que hasta su ahora exesposa encontró acomodo en la corporación provincial durante años. Funcionaria de la Generalitat, ocupa desde hace tres años una plaza en el Diputación de Valencia en comisión de servicio de manera irregular.

La setabense accedió al puesto hace ahora tres años para un puesto administrativo en el área de asesoría jurídica, pero después fue saltando a puestos de mayor categoría hasta pasar por el departamento de proyectos y promocionar después a la jefatura de negociado del área de Cultura. El problema es que la exmujer de Benavent pertenece al cuerpo de funcionarios de la Generalitat y su puesto, en comisión de servicios, no se puede prorrogar durante más de dos años. Un período que ya superó hace más de un año. Fuentes sindicales de la Diputación de Valencia confirmaron a este diario que en su día se interpuso un recurso de reposición contra esta situación irregular que provocó que la corporación tuviera que sacar a concurso la plaza, que se sorteará en el último trimestre de este año. Hasta la fecha, la exmujer del cabecilla de la trama Imelsa podrá seguir recibiendo los más de 1.900 euros mensuales en los que las mismas fuentes cifran su salario. La funcionaria, que en la actualidad está de baja laboral y ya no tiene relación con Benavent, ya no podrá optar a la plaza cuando salga a concurso porque ha superado el tiempo máximo y, además, no forma parte del cuerpo de funcionarios de la Diputación, para quienes va dirigida la convocatoria.

La ley de la función pública fija en dos años el tiempo máximo que se puede mantener una comisión de servicio en el caso de los empleados públicos. El tiempo no es prorrogable ni complementario entre puestos. Es decir, no se puede ir sumando cada vez que se cambia de destino dentro de la misma institución, según las fuentes de función pública consultadas.

Curiosamente, el probable origen de la investigación que la fiscalía viene llevando a cabo en relación con estos hechos arranca meses atrás. No sólo el material proporcionado por EU sirvió de base, sino que existe más documentación. Entre ella, la que aportó el exsuegro de Benavent, Mariano López Sancho,y padre de su exmujer, quien fue citado a declarar y entregó a Anticorrupción diversa documentación relativa a la empresa de la Diputación de Valencia y que, según las fuentes consultadas por este diario, podría haber servido a la fiscalía de hilo conductor sobre el que avanzar en las pesquisas de lo ocurrido en esta trama. López Sancho trasladó al fiscal documentación de diverso tipo. En concreto, un lápiz de memoria con referencias a diversos documentos, fotocopias y talones cruzados de empresas investigadas por la trama. También, según las fuentes consultadas por este diario, de una o varias grabaciones realizadas supuestamente por el propio Benavent y, aunque se desconoce cuándo se produjeron esas grabaciones y quiénes son los interlocutores, podría no estar decidido que se incorporan a la causa por el modo en que se consiguieron.Las fuentes consultadas especulan que alguno de esos audios podría comprometer directamente al propio presidente de la Diputación, Alfonso Rus.

No hay que olvidar que antes de que la Fiscalía Anticorrupción presentara la denuncia en el juzgado, el ministerio público tenía abiertas unas diligencias de investigación penal. Es precisamente durante estas pesquisas donde se habría producido la colaboración del familiar del principal sospechoso de liderar la trama.

El exsuegro habría hecho entrega de esta documentación al fiscal tras localizarla en un ordenador que Benavent habría dejado en su vivienda. La parte fundamental de la información facilitada a Anticorrupción procedería de los documentos guardados en este equipo informático. Las fuentes consultadas por este diario no aclaran las razones por las que el exsuegro habría adoptado la decisión de extraer la documentación del ordenador de su exyerno para entregarla al fiscal.

La información facilitada por el exsuegro de Benavent podría encontrarse en el origen de la investigación que, junto con la denuncia realizada por la diputada provincial de EU Rosa Pérez, ha resultado determinante para desmenuzar los hechos que se investigan, y que ya han sido presentados en el juzgado. La investigación ha sido declarada secreta. Sólo el fiscal y el juez conocen con exactitud los hechos que se investigan. Pero las grabaciones podrían contener información comprometida para buena parte de los cargos públicos de la corporación. Sólo EU llevó al fiscal más de diez horas de conversaciones, según confirmaron ayer fuentes del partido, que, rechazan desvelar su contenido para no entorpecer las pesquisas, según reconocen las fuentes.

La trama que actualmente está siendo investigada supera, según fuentes conocedoras del proceso, a las irregularidades en Imelsa, la empresa pública desde la que se gestionan buena parte de las inversiones en la corporación provincial. Bajo sospecha está la gestión de carreteras, el alumbrado o contratos menores que habrían sido troceados. La Diputación ya ha anunciado una comisión de investigación y ha presentado una denuncia por el desvío de fondos en Imelsa, pero lo cierto es que sólo de los detalles desvelados por la formación política de EU se desprendía la existencia de una trama organizada que desviaba fondos de la Diputación.

El modus operandi era sencillo. La mercantil del exgerente de Imelsa, Berceo, facturaba a otras firmas que, a su vez, cobraban de la empresa pública de la Diputación de Valencia, de la propia corporación provincial, de la Generalitat y hasta de Valmor, la empresa organizadora de la Fórmula 1. Además, la empresa pantalla con la que operaba Benavent, Berceo, tenía un único empleado. A pesar de su escasa infraestructura, logró facturar por trabajos de todo tipo y color: excavaciones de tierras, fabricar 12.000 toallas, hacer diseños o dar servicio en carreras de la Fórmula 1.

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