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Juan José Gómez, protagonista en el sorteo, muestra una moneda delante de sus compañeros parados de protesta.
Un pueblo de Granada sortea a cara o cruz un trabajo entre dos desempleados

Un pueblo de Granada sortea a cara o cruz un trabajo entre dos desempleados

Ninguno de los dos hombres, que opositaban al puesto de albañil, contaba con algún tipo de ayuda y se encontraban en una situación familiar similar

daniel olivares

Viernes, 6 de marzo 2015, 16:22

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Una moneda al aire. Si sale cruz, gana uno, y si sale cara, el otro. Mediante este método, insólito y desconocido, se sorteó el pasado lunes un empleo público como operario de mantenimiento en obras de reforma de la localidad de Cenes de la Vega. Quién lanzó la moneda al aire fue el alcalde, Julián López (PP), que decidió rifar así un contrato temporal de tres meses entre dos aspirantes, ambos oficiales de albañilería y parados de larga duración. Ocurrió en su despacho. Cuatro personas habían sido citadas para dilucidar quién se ocuparía la plaza. Dos de ellos quedaron descartados porque no tenían experiencia en la construcción o en albañilería. Y el sorteo se realizó entre los otros dos.

«Los dos (aspirantes) se encuentran en una situación extrema. Yo les dije que decidieran ellos mismos quién se quedaba el trabajo. Como no lo decidieron, propuse sortearlo a cara o cruz. Y lo aceptaron. Sé que no es muy común y ahora me arrepiento. Lo lógico es que lo hubiese hecho de otra forma», narra el alcalde cenero. Para el perdedor, Juan José Gómez Heredia, de 37 años, el método fue toda una sorpresa. Lo tilda de «indignante» y critica que el alcalde no midiera a los aspirantes «por algún baremo», ya sea laboral o por la situación personal de los implicados en el cara y cruz.

«Podía haber analizado las circunstancias personales de cada uno, mirar quién había trabajado más en los últimos meses y quién, como es mi caso, llevaba más de un año sin trabajar», explica Juan José, que se concentró durante toda la mañana en la puerta del Ayuntamiento para denunciar la política de empleo público del equipo de gobierno. Él, su padre, Juan José Gómez senior, Agustín Jiménez y Manuel Fernández, cuatro parados de larga duración que denuncian «favoritismo» del equipo de gobierno hacia determinadas personas del pueblo en el reparto de la bolsa de empleo municipal. «Siempre dan trabajo a los mismos», asegura.

Mucho tiempo sin trabajo

El edil desmiente la acusación. «Alguno de ellos ha tenido más de un contrato en el ayuntamiento», asevera. Al otro lado de la puerta del Consistorio, en la calle, los parados apuntan lo contrario. Todos llevan entre tres y cuatro años en paro y en todo este tiempo solo han conseguido emplearse de forma temporal. El último trabajo es otro de los reproches al alcalde. La reforestación de la zona quemada el pasado verano fue adjudicada a una empresa foránea por el Gobierno central. Julián López intercedió para que algunos de los parados de Cenes pudiese trabajar en la zona.

«Nos prometió que estaríamos entre tres y cuatro meses trabajando en los pinos y no hemos llegado a estar ni veinte días. La culpa es de él. Nos ha fastidiado el tema del Inem (en referencia a la prestación social) porque nos contrataron por régimen agrario y para cobrar el subsidio necesitar haber cotizado un año. Se ha lavado las manos y no ha dado la cara. La empresa, que es de Jaén, se ha traído a gente de allí», explica Manuel Fernández. El alcalde se justifica: «Nosotros no podíamos prometer nada porque la repoblación no depende de la alcaldía, sino del Ministerio de Medio Ambiente, que fue el que sacó a licitación el plan. Los trabajos duraron lo que duraron».

Dos de los parados que se plantaron en la puerta del Ayuntamiento, el perdedor del sorteo y su padre, son de etnia gitana. A su juicio, el equipo de gobierno se tenido un trato «discriminatorio» hacia ellos. Se basan en que el teniente de alcalde, Miguel Sánchez, le espetó a la mujer de Juan José senior que algunos vecinos se había quejado «porque siempre contratan a gitanos». «No es verdad. En el pueblo estamos tres familias gitanas y solo una han logrado trabajo en el Ayuntamiento. Casualmente se trata de mi hermano y mi sobrino», dice Juan José Gómez. El alcalde disiente en lo de la discriminación por cuestión étnica aunque reconoce que su compañero de gobierno les dijo esa frase. «Concretamente, que nos había acusado de contratar nada más que a porreros y a gitanos. Pero no lo dijo con intención de discriminar, sino como respuesta a que decían que no contratábamos a gitanos», responde López.

Los parados han decidido pasar a la acción y anuncian que seguirán protestando todos los días de 10.00 a 15.00 horas... Hasta que los dirigentes políticos les ayuden a solventar su drama particular. «No tenemos ni para pan», señala Agustín Jiménez, quien pide «justicia laboral e igualdad de trato».

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