Fomento prevé otra vez acabar el año que viene la ampliación de la autovía A-3

valencia. La pesadilla de conducir por la autovía A-3 desde Buñol hasta Valencia, ya sea en sentido de entrada a la capital valenciana o en dirección a Buñol, está previsto que finalice el año próximo, cuando terminen las obras de construcción del tercer carril. El Ministerio de Fomento, como se comprometió el año pasado, destina este año 13,2 millones de euros para finalizar una actuación que tendría que estar operativa sobre 2012.

No es la mayor inversión que prevé el Ministerio de Fomento en la Comunitat Valenciana en materia de carreteras, pero sí una de las más esperadas por los usuarios de los accesos a la capital valenciana.

Otro de los accesos a Valencia que recibirá inversión es la V-21 en el tramo entre el barranco de Carraixet y Puçol, con 2,7 millones para el tercer carril que se contabilizan en una partida presupuestaria y 1,8 millones en otra.

Fomento, según las fuentes consultadas, tiene previsto desarrollar la financiación de obras mediante el denominado método alemán (ejecutar la actuación y pagarla una vez haya finalizado), como puede ser la variante de Benissa o el barranco de la bota de Morella.

El ministerio continúa con la actuación en la N-340 entre Peñíscola-Benicarló-Vinaròç, donde de los 8,5 millones de este año pasarán a convertirse el próximo en 18,2 para dar un buen empujón al que se ha considerado en numerosas ocasiones como uno de los tramos de carretera más peligrosos de España.

Destinará también 8,6 millones a la ronda sur de Elche y 5,1 millones a la circunvalación de la Font de la Figuera para unir las autovías A-33, A-31 y A-35.

El acceso sur al puerto de Gandia obtiene una inversión de cuatro millones y la continuación de las obras de la circunvalación de Sueca y Favara dispondrá de una dotación de otros ocho millones. No obstante, la inversión importante llegará a partir de 2016, con 23,6 millones, otros tantos en 2017 y 40,9 en 2018.

Fomento destina directamente 126 millones a la red viaria valenciana de euros y de estos, 40 millones se destinan a obra nueva.

Para conservación de carreteras la dotación presupuestaria asciende a 61,3 millones de euros.

La herencia de la desalación

El Gobierno de la nación ha continuado con la herencia de la red de desalinizadoras que puso en marcha el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero como contrapartida a la eliminación del trasvase del Ebro. La empresa pública Acuamed tiene previsto invertir 30 millones en Valencia, 18,4 en Alicante y 9,8 en Castellón.

La principal actuación de la provincia alicantina de Acuamed es el refuerzo de las redes de abastecimiento en Mutxamel y el Campello, que cuenta con una inversión prevista de 13,6 millones de euros.

En Castellón Acuamed acometerá los tres millones de euros finales de la desaladora de Oropesa, 2,9 en la conducción Oropesa-Benicàssim y 1,5 en la construcción de un depósito regulador en Oropesa, además de 1,4 millones de la planta de ósmosis de Moncófar.

En Valencia Acuamed destina 5,6 millones al trasvase Júcar-Vinalopó 3,9 en la planta de desalinización de Sagunto y 120.000 euros en la conexión con la red de suministro en alta del área metropolitana de Valencia. Una actuación importante es la penúltima anualidad, de 11,8 millones de euros, de la laminación y mejora del drenaje de la cuenca de la rambla Gallinera para evitar inundaciones.

La empresa pública de construcción de centros penitenciarios, Siepsa, destina 18,4 millones para empezar a construir en serio la cárcel de Siete Aguas, llamada Centro Penitenciario Levante II, mientras que la actual cárcel de Picassent percibirá una inyección de 5,4 millones de euros.

Renfe, por su parte, podrá gastar 25 millones de euros en la adquisición de material y medidas de seguridad para sus instalaciones y maquinaria, entre otras.