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Francia condena a 8 años al etarra Etxeberría, a 7 a Rivero y a 6 a Sancho

El Tribunal Correccional de París ha decretado también su expulsión definitiva de Francia al término de sus condenas, así como el pago solidario de 3.000 euros por daños y perjuicios al propietario de un coche robado

Efe

Lunes, 1 de septiembre 2014, 19:28

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La justicia francesa ha condenado hoy a ocho años de cárcel a Jon Etxeberría Oiarbide, a siete a Rubén Rivero Campo y a seis a Íñigo Sancho Marcos, miembros de una estructura de la logística de ETA y detenidos en el centro de Francia el 14 de enero de 2012. El Tribunal Correccional de París, que los ha considerado culpables de todos los delitos por los que estaban imputados, ha decretado también su expulsión definitiva de Francia al término de sus condenas, así como el pago solidario de 3.000 euros por daños y perjuicios al propietario de un coche robado que utilizaron en el marco de sus actividades terroristas.

Su captura se produjo en la estación de Joigny, cerca de la ciudad de Auxerre, cuando Etxeberría, al que los agentes seguían desde París donde había iniciado su viaje, bajó del tren para encontrarse con los otros dos etarras, que le estaban esperando con una furgoneta en la que tenían diverso material. Las penas son, para cada uno de ellos, un año inferiores a las que había solicitado el fiscal Benjamin Chambre, que, a la vista de los elementos recopilados en el sumario, ha destacado algunas de las misiones que habían cumplido para la banda.

Chambre ha señalado que Etxeberría realizó compras en París de material para la falsificación de documentos justo antes de su arresto y que dejó su huella en un zulo de Montignac la Chapelle, en Dordoña (suroeste de Francia), en el que en enero de 2011 se encontraron 241,5 kilos de nitrato de amoníaco, uno de los componentes del amonal, explosivo habitual de ETA. Etxeberría -considerado por el representante del Ministerio Público "un veterano de ETA", ya que la policía lo sitúa en la organización desde 2001 y había estado encarcelado en 1997 y 1998 por actos de violencia callejera- tiene pendiente una euroorden española de 2009.

La Audiencia Nacional española lo reclama para juzgarlo por su pertenencia, antes de su paso a la clandestinidad en 2009 y su huida a Francia, a una estructura que reclutaba etarras y recolectaba información de posibles objetivos de la banda. Sus huellas dactilares y genéticas se detectaron en el interior de dos coches implicados en el tiroteo que acabó el 16 de marzo de 2010 con la vida del policía francés Jean-Serge Nérin, al que se considera el último asesinado por ETA, pero no está procesado en ese caso porque las trazas estaban en soportes móviles. De Rivero Campo, el fiscal ha destacado que en unos pocos días a comienzos de 2011 estuvo implicado en una serie de acciones violentas, como robos de coches con armas o forzar un control de las aduanas en la región de Lorena. Según la condena, estuvo 18 meses en la clandestinidad en Francia.

Sobre Sancho Marcos, Chambre ha indicado que se tiene constancia de que pasó 20 meses de clandestinidad en Francia, durante los que estuvo implicado en el robo o el uso de coches sustraídos por la banda, y también que dejó sus huellas en un zulo localizado en septiembre de 2010 en Verfeuil, cerca de Nimes (sureste), donde la banda escondía una treintena de armas y abundante munición. Ha subrayado que los tres hombres condenados hoy "siguen siendo activistas de ETA", una organización que "continúa su actividad, su lucha" y "sigue siendo tan sectaria y de una confrontación tan frontal" que justifica que la justicia responda "con severidad".

Normas básicas de educación

El fiscal les ha reprochado su "comportamiento de pequeños delincuentes" por no respetar "las normas básicas de educación" hacia el tribunal, en alusión a los incidentes que se produjeron en la primera parte del proceso. Ante el hecho de que los tres acusados hablaban entre sí y se comunicaban a distancia con familiares y amigos presentes en la sala pese a que habían anunciado que no iban a responder a ninguna pregunta, la presidenta del tribunal, Dominique Piot, decidió en un primer momento separarlos en el banquillo y luego, al persistir en su actitud, expulsar al público. Sancho Marcos, que como Rivero Campo ha reivindicado su pertenencia a ETA cuando se le interrogó sobre su identidad, se ha quejado de esta expulsión porque, ha alegado que, "están castigando a nuestros padres, que han hecho 1.000 kilómetros para venir".

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