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Murcia, para comérsela

Murcia, para comérsela

Las albóndigas son pelotas; las judías verdes, bajocas; las patatas son crillas y la alcachofa, el alcaucil

Guía Repsol

Jueves, 16 de octubre 2014, 09:56

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Cuando nos sentamos a la mesa de cualquier restaurante de Murcia debemos pedir la carta de platos y también un glosario de términos o diccionario gastronómico y es que la cocina murciana tiene sello propio hasta en el lenguaje. Las albóndigas son pelotas; las judías verdes, bajocas; las patatas son crillas y la alcachofa, el alcaucil. Un idioma muy particular para describir los exquisitos manjares que se cultivan en una de las huertas más extensas y ricas del país. Su fruto, combinado con un recetario tradicional y muy elaborado, da como resultado unos platos sabrosos y contundentes.

La gastronomía murciana, injustamente desconocida en gran parte de España, no sería nada sin la presencia de dos ingredientes fundamentales de su huerta: el tomate y el pimiento, protagonistas de muchos platos. La pipirrana es el mejor ejemplo de ello. Se trata de una ensalada a base de estos dos productos, a los que también se les puede sumar berenjena y cebolla. Otro clásico de la mesa murciana es el zarangollo, plato huertano por excelencia en el que destacan los calabacines y las cebollas.

La ñora es otro habitual de los fogones murcianos, se trata de un pimiento picante, rojo, con forma esférica y que se seca al sol. Este producto se usa tanto en la cocina como en la elaboración de embutidos y cuenta con Denominación de Origen. También goza de este distintivo el arroz de Calasparra que, junto con las habichuelas, da cuerpo a infinidad de platos en la zona.

Si lo que nos gusta son las recetas de puchero, en Murcia encontraremos propuestas muy interesantes, como la olla gitana (a base de garbanzos, patatas, judías verdes, calabaza, tomate y cebolla) o el cocido con pelotas, es decir, con albóndigas. También se preparan sabrosos guisos a base de pollo y conejo, especialmente si lo pedimos al cabañil (con patatas, ajo y vinagre).

Los pescados en salazón y la mojama, son otros de los platos que no podemos dejar de probar en Murcia, al igual que el queso, especialmente las variedades de cabra y el queso al vino, que es de textura blanda, color blanco intenso y corteza rojiza a causa de la inmersión en el vino. Para acompañar tanto sabor, Murcia cuenta además con tres Denominaciones de Origen en vinos: Jumilla, Bullas y Yecla.

La guinda del pastel la ponen los postres de origen árabe, tan singulares como los paparajotes (hojas de limonero fritas en una masa de harina, huevo, leche y azúcar); y las almojábenas (rosquillas de harina, azúcar, huevos y aceite que se bañan en miel).

¿Cómo resistirnos a saborear Murcia?

Fuente: Guía Repsol

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