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Acceso a la fortaleza de Klis, en la ciudad croata de Split.
El hogar de los dragones de Khaleesi
croacia

El hogar de los dragones de Khaleesi

Un recorrido por el Palacio Dioclesiano de la ciudad croata de Split, elegido por los productores de Juego de Tronos para grabar las intrigas de Daenerys Targaryen y sus dragones

galo martín

Martes, 29 de julio 2014, 20:40

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Igual que Diocleciano después de ejercer como emperador romano se decantó por la región central de Dalmacia a orillas del Adriático para levantar una villa en la que retirarse del ajetreo del imperio, los productores de la serie Juego de Tronos optaron por ese Split que se sucede en las entrañas del Palacio de Diocleciano para grabar las intrigas de Daenerys Targaryen y sus dragones.

Los amantes de la saga de Canción de hielo y fuego ahora ven a la ciudad croata y sus playas como la Bahía de los Esclavos, uno de esos mágicos y ficticios lugares que existen en el mundo fantástico creado por George R. R. Martin.

La cuarta temporada de la afamada serie de la cadena de televisión norteamericana HBO ha hecho despertar la curiosidad en relación a Split y que mucha gente quiera visitar esta soleada ciudad que se disfruta a la sombra de sus muchas galerías y pasillos y custodiada por el monte Marjan, en una península salpicada de pinos a orillas de un mar del color del acero Valyrio.

A sus vecinos no les hace falta la coartada de ser Patrimonio de la Humanidad por la Unesco para presumir de ciudad. Simplemente saben que viven en un hermoso lugar y lo disfrutan. Split tiene la peculiaridad de ser una ciudad en movimiento en torno a un palacio que se construyó por orden de Diocleciano entre los años 284 y 305 después de Cristo.

En la actualidad los excelentes restos conservados de este fastuoso edificio son el ADN del casco antiguo de la ciudad. El recinto amurallado de 180 por 215 metros se funde con el trazado urbano haciendo que el paseo por sus angostas y empedradas calles sea un viaje en el tiempo, ahora un viaje de película (de serie).

El palacio de Diocleciano pasó de ser una hermosa villa para los gobernadores y emperadores en el exilio a lugar de refugio para una población amenazada por las invasiones de los pueblos bárbaros. De esta manera las estancias palatinas se convirtieron en moradas para los habitantes y los larguísimos corredores en calles. Y así, poco a poco, la vida se fue sucediendo en torno al palacio que hoy los visitantes pueden distinguir y hace parte viva de Split.

Desde el paseo marítimo o Riva se accede a la entrada principal al interior del palacio por medio de una arcada subterránea. Caminando por las catacumbas repletas de puestos de venta de recuerdos se da a parar al Peristilo y a la Catedral de San Domnio, dos de hitos de la ciudad intra muros. Junto a la catedral hay un campanario, símbolo de la ciudad.

El resto es un paseo a la deriva, un ir y venir, por calles, pasadizos, corredores y galerías, decorados con cafés donde poder hacer un alto en el camino. Al margen de la visita cultural, en la playa de Bavice, además de tomar un baño se puede disfrutar viendo jugar al picigin. Se trata de un deporte local que se practica en la playa en que los participantes se pasan una pequeña pelota muy rápido sin que caiga al agua.

Al margen de la ruidosa y alegre Split existen varios enclaves interesantes que tampoco se les ha escapado a los localizadores de la HBO. Salona, aunque no aparece en Juego de Tronos, bien merece una visita si uno es amante de las piedras. Se trata del mayor yacimiento croata de la antigüedad.

Muy cerca de este conjunto se encuentran las ruinas de lo que fue el anfiteatro de la ciudad de Salona, en la línea del de Pula, también en Croacia y al mayor exponente de todos, el de Roma. Sobre ellos se levanta la Fortaleza de Klis. Una romántica construcción defensiva ubicada en un peñasco de rocas entre las montañas de Mosor y Kozjak, desde donde uno puede adivinar la antigua Salona y Split al fondo, fundiéndose con el Adriático.

En lo alto del estandarte en Klis han ondeado muchas banderas ajenas: la turca, la de Venecia, la austriaca, la francesa, la austro-húngara, hasta que en 1990 ondeó la de la República de Croacia, después de un pasado turbulento y violento.

La última vez que se usó esta fortaleza con fines militares fue durante la II Guerra Mundial por parte de las fuerzas invasoras italianas y alemanas. La HBO ha aprovechado toda esa historia y su escenografía para transformarla en Meereen, la ciudad que Daenerys Targaryen y su ejército de hombres libres alcanzan después de avanzar por un camino custodiado por cadáveres de niños crucificados.

Emily Clarke, actriz que interpreta el personaje de Daenerys Targaryen en Juego de Tronos, dijo en relación a su estancia en Croacia para grabar la serie que Creí que filmar en Dubrovnik ya era espléndido, pero filmar en Split fue igualmente o incluso más espléndido. ¡Fue increíble!. No se trata de comparar, las dos ciudades son bellas, pero no se puede quitar la idea de la cabeza a un habitante de Split que la suya es la más bonita, sin excepciones, sin peros que valgan.

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