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Espectaculares vistas desde el castillo de Cullera. LP
El alcázar que Jaume I no pudo conquistar

El alcázar que Jaume I no pudo conquistar

El fortín de Cullera y la antigua judería de la ciudad son las joyas de la ruta islámica que recorre el municipio

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Viernes, 18 de mayo 2018, 00:32

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En 1235 Jaume I sufrió un duro revés en su tarea de reconquista. En la antesala de la caída de Valencia, el monarca tuvo que renunciar a tomar Cullera. Un contratiempo dio al traste con su estrategia militar. Las piedras de sus catapultas no alcanzaban el castillo, en cuyo recinto de protección se hacinaba la población sarracena con su ganado, como así se relata en el 'Llibre dels fets'. Frustrado, el rey levantó el asedio y se retiró con sus tropas.

La fortaleza iniciaba así el relato de un mito que ha perdurado hasta nuestros días, aunque esta sea una de las caras menos conocidas de una poliédrica ciudad como es la capital turística de la Ribera. Y es que, pese a que cuando se piensa en Cullera resulta inevitable hacerlo en la única bahía, faro y balcón al mar del Mediterráneo de la provincia, lo cierto es que la población ofrece un amplio abanico de posibilidades que van desde los deportes náuticos o el sol y playa hasta el turismo gastronómico. Entre esa extensa gama de matices, se encuentra la posibilidad de retroceder siglos atrás para revivir tiempos de batallas y mestizaje.

El Castillo de Cullera y la antigua judería, el conocido popularmente como Barri del Pou, son una de las joyas más preciadas del patrimonio valenciano. La fortaleza y los restos de las murallas son un conjunto de arquitectura militar musulmana que se ha restaurado recientemente. Es el punto ideal para coronar una visita que aporta una visión privilegiada de nuestra historia y del contraste de paisajístico de las comarcas litorales.

Declarado Bien de Interés Cultural (BIC), el castillo es una construcción de época califal (siglo X). El rey Jaume I entró en él en 1239 cuando le fue entregado de forma pacífica tras tomar posesión del 'cap i casal'. Como Alcázar Real fue residencia de todos los monarcas aragoneses en sus visitas a Cullera. En la capilla Gótica Alberga el Museo Arqueológico. En su patio de armas, en verano se puede disfrutar de espectáculos nocturnos.

Para alcanzarlo, es recomendable iniciar el recorrido en los Jardines del Mercado, la plaza Mayor del municipio que se erige como una de las joyas arquitectónicas obra del arquitecto Luis Ferreres. Antes de partir, no debe perderse la oportunidad de descubrir en sus bajos uno de los pocos refugios musealizados de la Guerra Civil, un enclave a prueba de bombas dotado de dos galerías. En ellas se repasa la cruda contienda y la construcción del Mercado.

Ruta Islámica

Por la empinada calle del Calvario, en el antiguo arrabal de Santa Anta, comienza la Ruta Islámica. Es la puerta de entrada el barrio del Pou, sobre el que se originó el antiguo asentamiento musulmán de Qulayra, Cullera en árabe. La ruta transcurre por los lugares más genuinos de un barrio que parece fosilizado en el tiempo, donde se encuentra el pozo que le da nombre. De callejuelas estrechas y excavadas en la montaña, albergó la judería de la ciudad y amontona casitas pintorescas muchas de las cuales todavía conservan sus fachadas recubiertas de cal y adornadas con flores.

En el recorrido emerge gloriosa la Torre de la Reina Mora, la puerta fortificada de entrada al Albacar del Castillo de Cullera. Su construcción data de finales del siglo XII o de los primeros años del siglo XIII, período en el cual la presión conquistadora de los feudales, los cristianos, se hace patente en el litoral mediterráneo. Actualmente alberga un museo con una muestra expositiva sobre la historia de la torre y el Segundo Albacar del Castillo.

Una vez alcanzada la fortaleza, las vistas a la bahía, la desembocadura del Júcar y la isla de los Pensamientos compensan, con creces, el esfuerzo de la subida. Sin embargo, para los menos aventurados, se puede acceder en coche desde la plaza Mongrell a través de la calle Replà de Sant Antoni. En el castillo existe un funicular para el acceso de personas con movilidad reducida.

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