Obras para dar otro aspecto a un barrio

El Barrio de Las Angustias por fin ha visto cómo las máquinas y los obreros pisan sus calles y su vecinos aguantarán pacientes hasta final de año todas las dificultades para entrar y salir de sus edificios pero la espera valdrá la pena después de años de reclamaciones.

Desde los últimos días de julio en la maraña de calles estrechas que lo forman desde las espaldas del antiguo asilo de ancianos hasta el segundo tramo de Avenida de la Vega se trabaja para darle algo más que un lavado de cara a una de las zonas más antiguas de la ciudad, tal es así que en algunos de sus viales se puede encontrar incluso una cabina de teléfonos o placas en los bloques de pisos con el escudo La Falange pero en un plazo de cuatro meses «las reclamaciones que los vecinos han hecho durante años para renovarlo serán una realidad», precisó el alcalde, Emilio Bascuñana, quien acudió a hacer una visita de obras con el edil de Infraestructuras, Francisco Sáez, y el portavoz de Ciudadanos, Juan Ignacio López-Bas.

Los trabajos cuentan con un presupuesto de 300.000 euros y están incluidos dentro de los planes de obras de la institución provincial, que asume el 45% del dinero y el Ayuntamiento aporta el resto de esta cantidad «una obra necesaria y demandada desde hace años que pese a tener esos cuatro meses de plazo esperemos estén concluidas antes de las navidades», precisó el titular del área de Infraestructuras sobre un proyecto que el bipartito ya intentó llevar a cabo en la pasada legislatura.

Sáez asimismo dio alguno de los detalles de las actuaciones que afectan a calles como Justo García Soriano, Abad Peñalva, Tajo y Galicia, entre otras, y destacó que en el barrio se va a renovar la red de abastecimiento de agua potable con nuevas tuberías ya que las actuales están obsoletas. También se procederá a la sustitución del alumbrado público por uno más eficiente y se repavimentarán todas las calzadas. Las aceras también ganarán en anchura y la reposición de las señalizaciones de tráfico también será objeto de la obra tras el asfaltado, además de que las plazas de aparcamiento de los viales pasarán a ser en línea y no se descartan mejoras en el arbolado del barrio.

Tras el recorrido el alcalde dijo que se trata de «hacer obras para que los vecinos mejoren su calidad de vida» y tanto el primer edil como Sáez recordaron que en el casco urbano hay otras en marcha a cargo de la concesionaria del agua potable como las emprendidas en la calle San Juan, las recién comenzadas en el entorno de la Plaza de la Trinidad o las de la calle San Gregorio, cuyo reasfaltado comenzó ayer tras la renovación del sistema de saneamiento.

• Temas
• Emilio Bascuñana
• Orihuela
• Ayuntamiento de Orihuela