Comparsistas con ritmo en el cuerpo y agua para el calor
PPLL
Lunes, 18 de julio 2016, 00:30
El desfile de la Gloriosa Enseña del Oriol por las calles de la ciudad tiene dos vertientes bien diferenciadas. Por un lado está la comitiva institucional con los cargos de las fiestas, los embajadores de ambos bandos y la Armengola, los miembros de la Corporación y resto de autoridades que deben guardar la compostura. Por otro está el alborozo con el que viven los cientos de festeros moros y cristianos el discurrir de la Señera por las calles. Los comparsistas disfrutan de una jornada en la que se dan la mano la música de las charangas y el jolgorio pero que también les permite refrescarse con el agua que les cae desde los balcones a su paso por las calles. No menos disfrutan los niños, también los mayores, con chapuzones que se dan en algunas de las fuentes que jalonan el recorrido del Pájaro desde que es descendido del balcón del Ayuntamiento hasta que vuelve a él a primera hora de la tarde.