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María del Carmen Botella Guillén, bisnieta de Moreno, ante parte del material. :: alberto aragón
El Museo Diocesano recibe un depósito de material arqueológico de la Cueva Lo Roca

El Museo Diocesano recibe un depósito de material arqueológico de la Cueva Lo Roca

Los restos, que están en proceso de catalogación, fueron hallados en el siglo XIX por Santiago Moreno Tovilla, coronel de ingenieros y arqueólogo

Pilar M. Maciá

Lunes, 9 de noviembre 2015, 00:45

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El Museo Diocesano de Arte Sacro suma a sus fondos un importante depósito de material arqueológico a cargo de la familia de Santiago Moreno Tovilla, quien en el siglo XIX excavó en la Cueva Lo Roca, en las faldas de la sierra oriolana, de donde sacó numerosos útiles, adornos y vestigios de los oriolanos de la prehistoria que conforman en parte su colección. Los bisnietos del coronel de ingenieros, arqueólogo e inventor del pararrayos entre otros logros que se atribuyen al oriolano, han decidido ahora reunir todo lo que se repartió a su muerte entre la familia y que en su mayoría se guardaban en la localidad valenciana de Ayora, y depositarlo en el museo.

Moreno Tovilla fue un auténtico coleccionista -realizó sus excavaciones antes que Julio Furgús- que reunió tanto este material prehistórico como otras piezas que sumó al fondo a lo largo de su vida, como ánforas romanas o vasijas musulmanas. Él mismo lo catalogó a su manera y ahora el historiador Mariano Cecilia realiza esa clasificación con métodos científicos. La intención, según Cecilia, es exponer el material en una sala de este espacio dedicada al arte paleocristiano como introductor de las culturas anteriores a la aparición de la religión cristiana. La intención, además, es que se reconozca al personaje de Moreno Tovilla en su vertiente no solo arqueológica sino en el resto de aspectos de su vida, puesto que fue autor de un tratado para la construcción de fortificaciones «que todavía se estudia en las universidades», asegura su bisnieta María del Carmen Botella Guillén. Asimismo diseñó la primera remodelación de las norias del Segura cuyos planos se guardan en el Juzgado de Aguas, además de numerosos edificios en Cuba y Méjico, territorios entonces españoles de ultramar, o los planos militares del cuartel de Alcoy.

A su muerte su legado se dividió entre los dos nietos, Santiago y Dolores Guillén, y buena parte del mismo quedó en Ayora desde donde ahora viajará a Orihuela, dado que no solo se trata de material arqueológico sino que en el depósito también se incluyen cuadros y otras obras de arte propiedad de la familia.

Entre lo que ya se ha empezado a catalogar hay restos como puntas de flecha de sílex, huesos, dientes, cuchillos o cuentas de collar. Lo más probable es que la zona donde se hallaron fuera en algún momento un espacio donde se realizaban enterramientos, un momento en el que los hombres prehistóricos depositaban junto a los cuerpos de sus seres queridos y compañeros los objetos que los acompañaron durante su vida. Lo que se valora ahora en el Museo Diocesano es si sacar algunas de las piezas del lugar en el que las colocó su primer propietario, que dispuso en cartones las distintas puntas de flecha o cuentas de collares, las numeró e incluso puso carteles para distinguirlas. Lo mismo ocurre con el ánfora romana cuya procedencia se desconoce de momento o la vasija islámica, que conservan las etiquetas que les puso Moreno Tovilla.

El militar se encuentra entre los primeros oriolanos que se interesaron por la arqueología, según se indica en un artículo del libro 'Orihuela. Arqueología y Museo' de Emilio Diz y Mari Carmen Sánchez. En él se relatan los sitios donde excavó, no solo en la Cueva Lo Roca sino también en San Antón, en la meseta y laderas de San Miguel y en la zona de Espeñetas, donde localizó materiales procedentes de distintas épocas que ahora están depositados en el Museo Diocesano. La bisnieta de Moreno, Mari Carmen Botella, indica que la familia ha preferido depositar todo el fondo de Moreno Tovilla en este espacio ya que no solo se trata de material arqueológico sino que hay varios cuadros con escenas religiosas y objetos que están por llegar desde Ayora.

Lo que se pretende es poder dar a conocer la labor de este coronel de ingenieros oriolano muerto en 1888 y cuyos trabajos arqueológicos quedaron publicados por la Sociedad Arqueológica Valenciana en los 'Apuntes sobre las estaciones prehistóricas de la Sierra de Orihuela' publicado en 1942. Su figura y su trabajo quedarán plasmados en nuevas publicaciones y se pretende que se conozca al que fue uno de los pioneros de la arqueología en Orihuela.

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