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Fernando Amat
Miércoles, 1 de octubre 2014, 03:30
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La Rambla Salada volvió a anegar de lodo el polígono industrial del Mos del Bou por segunda vez en una semana. Los episodios de fuertes lluvias del pasado lunes volvieron a ocasionar destrozos en la Nacional 340, donde el cauce se estrecha. Los operarios de Mantenimiento y Limpieza de Carreteras trabajaron ayer en adecentar todo el barro desparramado a causa de que la rambla se encuentra obstruida, ya que con una lluvia de solo 20 litros por metro cuadrado ocasionó graves problemas de tráfico e inundaciones.
Y es que la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) confirmó ayer que las obras para evitar la acumulación de objetos grandes que obstaculicen el paso subterráneo de la Nacional las sufragó la Demarcación Provincial de Carreteras, por lo que este órgano está sujeto a asumir todas las labores de limpieza y mantenimiento. La modesta rehabilitación que llevó a cabo el departamento del Ministerio de Fomento no surtió efecto en la primera tromba de agua caída en la sierra albaterense el pasado lunes 22 de septiembre. No obstante, ahora la bocana se encuentra limpia pero el caudal de agua que pueda desaguar la Rambla Salada es mínimo porque ha subido de nivel al haberse acumulado el barro en el parte final.
La delegación de Carreteras creó un arenero y colocó un vallado para evitar que las piedras que arrastrarán las avenidas de agua taparan los tubos de desagüe. Aunque esa solución que se dio a principios de años no sirvió de nada. Los operarios volvieron por tercera vez en siete días a limpiar el polígono industrial embarrado de nuevo. Los trabajadores aseguran que los agricultores desechan todos los sobrantes de las podas al cauce de este torrente que recoge el agua pluvial de varias hectáreas de monte.
La CHS insistió en que este tramo final no es de su competencia, pero también se vieron afectadas otras zonas como el polígono industrial Virgen del Carmen de Cox o los aledaños del polideportivo municipal de Granja de Rocamora. En esta parte la Rambla Salada finaliza su escapatoria por eso las lluvias afectan a otros términos municipales. Desde el órgano del Ministerio de Medio Ambiente se mantiene que no se llevará a cabo una limpieza del cauce este año, que se debe realizar al menos una vez cada diez años. En este sentido, agricultores del municipio manifiestan que ya ha pasado una década desde la última vez que se aseó. Por el momento las actuaciones que realice la CHS mantendrán criterios de seguridad.
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