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REDACCIÓN MOTOR
Sábado, 25 de noviembre 2017, 00:21
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Si hace diez o quince años nos dicen que BMW se iba a convertir en el principal fabricante de modelo tipo todo terreno, nos hubieran sacado una sonrisa. Por suerte para la marca, sus expertos en marketing tienen una gran visión de futuro, y BMW previó que los SUV iban a ser los coches de moda. De este modo y desde el lanzamiento del X5, han sido la primera marca premium en llegar al sector del X3, el X6, el X1 o el X4, y lo es también con el nuevo SUV deportivo de la marca, el atractivo X2.
El modelo reúne todo lo que nos gusta del X1 con una dosis extra de deportividad y un magnífico diseño o, dicho de otra manera, lo que nos gusta del X4 y el X6, en un tamaño urbano y compacto. Con menos de 4,40 metros de largo, el X2 es el SUV más compacto de BMW hasta la fecha y se ubica en un ambiente urbano y deportivo, gracias a una carrocería baja, ancha y con detalles de diseño que emparentan el coche con los modelos de competición de la marca. La parrilla más angular, los logotipos BMW en los laterales o unas protecciones de carrocería con personalidad hacen del diseño un elemento partícipe de la exclusividad. En el frontal los faros se afilan y en la trasera el resultado es una mezcla entre un Serie 1 y su versión crossover, con un resultado atractivo.
Este diseño reviste un interior bastante amplio y similar en su concepto al del X1. El salpicadero cuenta con una nueva decoración y el X2 mantiene sus cinco plazas aunque, obviamente, se pierde altura detrás y no es tan amplio para viajar como el X1. En cualquier caso, sigue contando con cinco plazas y su capacidad e maletero, con 470 litros, supera la de cualquier compacto y se iguala a la de algunos modelos familiares.
No hay sorpresas en cuanto a motores, ya que el X2 recurre a las versiones intermedias y altas de gama del X1, con los motores dos litros diesel de 192 y 231 CV y el gasolina, también cuatro cilindros turbo, con 190 CV. La tracción del motor gasolina es delantera, con caja automática de siete marchas, mientras los dos motores diesel reciben tracción total permanente xDrive con caja automática de ocho velocidades. Más adelante llegarán motores diesel y gasolina con potencias de 140 y 150 CV, más que suficientes no sólo para una conducción urbana, sino para los límites de velocidad y el uso habitual de estos coches hoy en día, aunque sin la deportividad de los más potentes.
Como en los últimos BMW, será en el apartado de personalización donde podamos configurar un X2 a nuestro estilo, con las versiones base, M-Sport y M-Sport X con diferentes decoraciones externas. En el Sport X destacan los paneles de color gris grafito, que convierten al X2 en un crossover sumamente llamativo. El equipamiento habitual de seguridad, confort y tecnología de BMW se da cita en este modelo, igual que la alta calidad de acabados.
Los precios iniciales con de 40.450 euros para el gasolina y de 42.500 euros para el diesel, y el modelo ya puede encargarse en los concesionarios BMW, con las entregas previstas para inicios de 2018.
BMW sigue apostando por la gama SUV, que ya supone más de la mitad de las ventas mundiales y un ratio aun mayor de beneficio. El X2 mantiene una gran capacidad interior pero presenta un diseño más deportivo y urbanita, perfecto para un público más joven y dinámico que busca exclusividad en su futuro BMW.
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