Ford presentará el nuevo S-Max en el Salón de París

A partir del año que viene Ford contará con el nuevo S-Max, un vehículo fundamentalmente familiar donde se ha trabajado a fondo tanto en la mejora del diseño, más dinámico e incluso deportivo, como en la seguridad de los pasajeros con un chasis más resistente. El coche sube un escalón más en cuanto a calidad y sistemas de ayuda a la conducción.

El nuevo S-Max ofrecerá por primera vez el sistema de conducción adaptativa de Ford en Europa y los faros dinámicos led con luces largas que no deslumbran. También va a ser novedad la tracción total inteligente y una amplia gama de motores más eficientes, incluido un propulsor de gasolina EcoBoost de 1.5 litros de cilindrada.

La renovada carrocería destaca por un techo más bajo, unos grupos ópticos más estilizados y las marcadas líneas de diseño sobre los pasos de las ruedas acentúan su presencia en carretera. En el frontal, el capó, es más grande, con la rejilla trapezoidal cromada situada más alta. En la parte posterior, un difusor trasero separa los tubos de escape integrados, lo que transmite un aspecto más moderno y dinámico.

En el interior, aparecen detalles de aluminio sobre la guantera y el diseño de los asientos es de tipo estadio para la segunda y tercera filas. La luminosidad del interior se incrementa por un techo panorámico de cristal. Los materiales son ahora de un tacto más suave con un llamativo acabado cosido. Además, son más resistentes al uso habitual del día a día gracias a las pruebas realizadas, con una simulación que incluyó el roce constante de los tejidos con una bola metálica (más de 600 veces) con pinchos afilados como agujas que los ingenieros llaman maza, igual que el arma medieval.

Ford comercializará versiones en configuración de cinco y siete asientos. Es tal la funcionalidad interior que permite hasta 32 combinaciones de asientos y espacio de carga, con los asientos de la segunda y tercera fila fácilmente abatibles y tanto para moverlos hacia delante como para acceder a la tercera fila basta un solo toque a un pulsador. La calidad interior se ha mejorado con nuevo materiales que reducen el sonido, y contrarrestan vibraciones.

Las ayudas a la conducción que emplea el nuevo S-Max son numerosas. Utiliza cámaras, radares y dispositivos de ultrasonido que en total suman más de 16 tecnologías para que a la postre el conductor conduzca mucho más seguro y que gracias a la electrónica cualquier despiste pueda tener fácil solución. Sistemas como el asistente precolisión, que activa el freno de forma automática si detecta una colisión inminente, los faros adaptativos led que ajusta el ángulo de luces largas, el de detección de ángulos muertos, el de reconocimiento de señales de tráfico o el de alerta de mantenimiento de carril.

El apartado de motores se compone de nuevos y más eficientes propulsores diésel o EcoBoost de gasolina. La oferta incluye un TDCi 2.0 litros de 120 CV con cambio manual de seis velocidades y un TDCi 2.0 litros 150 y 180 CV revisado con cambio manual o automático Powershift con embrague dual. Las emisiones de CO2 de los motores diésel se reducirán en un 7 %. En gasolina se comercializará con el nuevo EcoBoost 1.5 litros 160 CV con cambio manual y el potente EcoBoost 2.0 litros 240 CV con cambio automático.

La estructura del chasis es un 3 % más resistente comparada con la del anterior S-Max debido al incremento de mayor utilización de acero de muy alta resistencia, y ofrece dispositivos de seguridad activa que incluyen por primera vez airbags en la segunda fila de asientos. La estabilidad del vehículo también se ha visto mejorada con varios sistemas que ajustan el par del motor y el freno para ayudar a los conductores a mantener el control.

Además, va a resultar más agradable conducir por carreteras de montaña, gracias a un sistema que optimiza la respuesta del volante, y cambia constantemente la dureza. A velocidades más bajas, el vehículo gira de manera más fácil y a mayor velocidad, permite al S-Max reaccionar de forma más precisa. Para los más exigentes se ofrecerá una variante con tracción a las cuatro ruedas.

La consola de instrumentos tradicional deja paso a una pantalla digital opcional de 10 pulgadas con velocímetro y cuentarrevoluciones animados de forma analógica. Los usuarios también pueden personalizar la configuración y los gráficos en 3D de la pantalla digital. La conectividad es otro de los aspectos clave. Con solo la voz, el conductor puede operar el teléfono, el sistema de entretenimiento, el climatizador y los sistemas de navegación. En caso de accidente, el sistema conecta directamente a los ocupantes del vehículo con los servicios de emergencia.

Otra novedad que facilita la conducción es la cámara frontal de visión partida, que facilita la circulación en cruces o plazas de aparcamiento con visibilidad reducida. Gracias a un radar delantero, el S-Max permite mantener una distancia determinada con el vehículo que tienen delante y avisa si ese espacio se reduce.

También es posible mantener la velocidad constante pero gracias a las nuevas tecnologías permite ajustar el límite de velocidad de acuerdo con la información recibida por el sistema de reconocimiento de señales de tráfico y los sistemas de navegación, por ejemplo al llegar a una zona de curvas peligrosas donde hay que reducir la velocidad.

La tecnología MyKey permitirá a los propietarios programar una llave generalmente para conductores jóvenes- que puede impedir las llamadas telefónicas entrantes, limitar la velocidad máxima, reducir el volumen máximo del equipo de sonido y desactivar el sistema de audio si los ocupantes del vehículo no llevan puesto el cinturón de seguridad.