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Acertado diseño para el nuevo X1, aunque por su altura no es muy 'campero'.
En el centro de la diana

En el centro de la diana

Prueba | BMW X1 18D XDrive ·

Espacio, calidad, equipamiento, dinamismo y precio razonable se unen en el BMW X1, el nuevo SUV compacto que es todo un éxito de ventas

ALEX ADALID

Miércoles, 30 de agosto 2017, 11:14

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La segunda generación el BMW X1 está triunfando de forma importante en el mercado. La marca ha 'traicionado' alguno de los elementos clave de su pasado, como un carácter más deportivo, en favor de lo que realmente buscan los clientes de este segmento: espacio, unido a la calidad, marca y diseño habituales. Lo sorprendente es que el resultado nos gusta incluso a los que no estamos muy predispuestos a que BMW pierda su carácter deportivo ni en un SUV de tipo familiar.

Nos explicaremos mejor. El anterior X1 era un modelo con elementos técnicos del BMW Serie 1 y del BMW Serie 3 y, por tanto, nacido con tracción trasera o total y gran dinamismo, pero con un hándicap en espacio que lo convertía en un coche no tan familiar como la competencia.

El nuevo X1 se asienta sobre un chasis diferente, compartido con algunos modelos de Mini o con el monovolumen Serie 2 GT. Es por tanto de tracción delantera o total, con el motor en posición transversal a la marcha, de modo que ocupa menos sitio y permite adelantar las plazas delanteras. Para muchas marcas tantos cambios y tan importantes podrían poner el resultado en entredicho. No es el caso de BMW, que resuelve con éxito el modelo hasta el punto de convertirlo en uno de los más equilibrados de la amplia gama.

Tamaño compacto

Sin crecer mucho en dimensiones, aunque es más alto y más ancho que antes, el SUV compacto de BMW tiene más presencia y espacio. Ha ganado en porte y atractivo, con grandes faros y una zaga robusta que lo acercan a un X3 en cuanto a presencia. El diseño gusta, y eso ya es un gran éxito.

El interior está muy bien resuelto, ya que utiliza muchos detalles del monovolumen Serie 2 para lograr mayor espacio. Banqueta trasera móvil, respaldo abatible en tres partes, con la central muy amplia -práctico para tablas de snow, por ejemplo- y muchos huecos para dejar cosas. La pantalla multimedia se puede controlar por el mando iDrive, y el puesto de mandos es bastante cómodo. Eso sí, los asientos no son muy grandes y notamos que están algo más juntos de lo habitual en coches de este tipo. El maletero, amplio, con más de 500 litros, que es lo que se estila en este tipo de coches. Tiene de todo: opción de portón eléctrico, doble fondo... una gran polivalencia.

Brillante mecánica

Bajo el capó hay una amplia gama de motores, pero el más vendido es este 18d, que en realidad es un cuatro cilindros de dos litros con turbo que rinde 150 CV y va, como es habitual en todos los motores de BMW, de maravilla. Se acopla a una caja automática de ochos marchas y a la tracción total permanente XDrive de BMW.

Con estas premisas, con prisas y con carga, salimos de Madrid en dirección a Valencia, con la larga autovía de por medio. El X1 tiene una excelente respuesta, con un motor que cumple más que de sobra y que deja la compra del 20d de 190 CV o potencias superiores como un capricho, no una necesidad. Es cómodo y seguro, tanto porque vemos muy bien lo que pasa delantera nuestro como porque tiene todas las medidas de seguridad habituales hoy en día en ayuda a la conducción. Sólo en baches o badenes muy pronunciados notamos alguna reacción un poco peculiar. Sigue transmitiendo seguridad y aplomo, pero no como los BMW tradicionales, matices que no apreciarán los nuevos clientes y apenas lo fieles de la marca.

Por dentro hay bastante consenso en lo agradable del diseño, que combina bien las líneas clásicas de la marca, quizá un poco gastadas, con ergonomía y espacio. No hay un gran sitio para tres ocupantes detrás, y tampoco va a ser el uso habitual de este X1, pero sí que resulta bastante amplio para cuatro adultos, y los pasajeros de detrás van servidos con cortinillas en las ventanillas, mesitas tipo avión, salidas de aire con control de temperatura y alguna toma de carga USB para diferentes aparatos.

Tras varios días de conducción urbana y alguna mínima excursión campestre, ya que este X1 no tiene una gran altura al suelo para andar por caminos, es hora de tomar el camino de vuelta. El consumo es bajo, en torno a los 6,5 litros en una conducción animada, y las prestaciones muy adecuadas, así que no nos extraña que el X1 tenga lista de espera en cuanto a pedidos. Es una baza comercial perfecta para BMW, que puede ganar clientes con un modelo que cumple a la perfección en uso familiar.

Conclusión

BMW acierta de lleno con el nuevo X1, que renuncia a la mecánica tradicional de BMW en favor de un mayor espacio interior y sin renunciar a versiones 4x4. Las ofertas financieras de la marca son muy atractivas.

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