Las bestias de Audi en Ascari

Viajamos a Ronda, en la provincia de Málaga, pero no es un día cualquiera. Esta vez nos vamos con Audi y el día promete, porque acudimos a recibir uno de los cursos de conducción más demandados por los aficionados al motor: el Audi Driving Experience. El escenario es inmejorable, el circuito de Ascari, y la compañía no puede ser mejor. Y es que nos espera lo más exclusivo de la marca alemana: los Audi R8, RS6 y RS7. La jornada consta de cuatro etapas diferentes, en las que ponemos a prueba los sistemas de seguridad activa como el ABS, el control de estabilidad, la frenada de emergencia y la tracción Quattro, pero también hay tiempo para aprender a depurar la técnica de conducción en circuito y exprimir los deportivos alemanes en tandas guiadas, por lo que la cita es muy intensa.

Tras el madrugón, el trazado malagueño nos recibe con el rocío característico de la zona y mientras recibimos en el 'briefing' todas las instrucciones de la jornada, escuchamos los primeros aullidos de los neumáticos del R8 pilotado por el joven piloto del campeonato alemán de turismos DTM, Miguel Molina. Sin más preámbulos, nos equipamos para la ocasión y salimos a la pista para iniciar el curso con el deportivo R8.

Deportivo de altura

Subirse a un Audi de esta gama es el sueño de muchos, y pilotarlo en un circuito tan técnico como el de Ascari es un lujo que no vamos a desaprovechar. Acoplado al asiento tipo bacquet que ofrece un confort y una sujeción sobresalientes, pulsamos el llamativo botón de start&stop y el bramido del motor V10 con 610 CV de potencia te congela por unos instantes. Estamos ante un coche serio, un pura sangre que alcanza los 330 kilómetros a la hora pero perfectamente domable gracias a la ayuda de la electrónica y a los consejos de los instructores.

En la primera prueba, nos centramos en conocer el coche y el circuito. Rodamos durante unas pocas vueltas con las ayudas activadas y desde el inicio, el Audi R8 se muestra dócil a pesar de su inmenso potencial. La verdad es que estamos un poco contenidos por no conocer bien el vehículo, pero el deportivo alemán te conecta directamente con el asfalto y no es complicado encontrar el 'feeling' necesario para llevar al R8 hasta los límites. El motor V10 de 5.2 litros es atmosférico, y aunque no se siente un patadón como sucede en las grandes mecánicas turbo, está lleno de fuerza y suena a música celestial.

El cambio S-Tronic, es otro aspecto a destacar en el superdeportivo alemán. Con el modo de conducción Dynamic activado es muy rápido, no da tirones al subir marchas y en las reducciones actúa de forma inmediata. Para rematar, los frenos son dignos de un coche de carreras, su eficacia es enorme y la resistencia altísima a pesar del duro tratamiento al que los hemos sometido.

Familiar con 605 CV

En la segunda fase la marca pone a nuestra disposición varias unidades de los familiares RS6 -a la venta desde 132.000 euros- y la berlina-coupé RS7 -desde 141.000-. Con ellos vamos a desarrollar las dos siguientes pruebas, donde realizamos un test con la frenada de emergencia. Subidos a la berlina familiar RS6 tenemos que exprimir los 605 CV de potencia en una aceleración de infarto para luego detener el vehículo con una frenada evasiva. Esta prueba no sólo mejora nuestros reflejos a la hora de frenar, sino que viene muy bien para comprender cómo funciona un familiar con tintes de deportivo en situaciones límite. El resultado no puede ser mejor ya que el RS6 demuestra que es igual de bueno en la aceleración como en las esquivas.

Ahora es el turno del RS7, con el que vamos a depurar nuestra técnica de conducción a través de una prueba en la que lo importante es la trazada y no la potencia. Con un motor que genera la misma fuerza que su hermano, iniciamos una prueba que resulta más complicada de lo que parece en un principio. Intentando buscar los límites del vehículo, cometemos nuestro primer error, y es que en este tipo de deportivo es muy importante no pisar de más el gas ya que al tener un centro de gravedad más alto y mayor masa en movimiento, un pequeño descuido puede hacer que salgamos de la pista sin posibilidad de corregir el error. Los RS6 y RS7 de Audi combinan la potencia de un deportivo con una carrocería versátil.

La jornada está terminando pero todavía queda lo mejor, las tandas libres con el último deportivo de la marca. Volvemos a subirnos al R8, pero esta vez la prueba requiere de mayor seriedad y concentración. Separados en grupos de cinco deportivos empezamos a rodar guiados por los consejos de los instructores. Poco a poco vamos aumentando el ritmo, quitamos todas las ayudas electrónicas y el R8 saca los dientes para demostrar todo su potencial en la parte rápida de la pista.

Acelera como un demonio, mientras en las zonas más reviradas se agarra al asfalto de forma soberbia. Si buscamos los límites, el R8 asusta, la trasera se escapa y solo siendo finos en la conducción se puede controlar. A pesar de todo, su manejo básico es intuitivo, es fácil de conducir a altas velocidades y tiene la capacidad de sacar lo mejor de nuestras habilidades de conducción. Sin duda, el nuevo R8 V10 Plus es el reflejo de la capacidad del fabricante alemán para desarrollar deportivos de altas prestaciones que pueden llevarse a diario, con un precio en torno a los 200.000 euros. Hablamos de cifras próximas a Ferrari, Lamborghini o Porsche, pero es que así es el rendimiento de este espectacular deportivo de Audi.