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Lección de refinamiento

Lección de refinamiento

El C-Max renueva su diseño, tecnología y motores con el estilo de los modelos premium como objetivo

ALEX ADALID PALMA DE MALLORCA

Sábado, 18 de abril 2015, 00:20

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El C-Max es una de las gratas sorpresas de la gama Ford. Nacido en 2003 en plena fiebre del monovolumen compacto, la segunda generación, lanzada en 2010, ha sabido mantenerse ante el empuje de los modelos SUV, y el C-Max se ha convertido ya en el tercer modelo de Ford con más ventas en Europa detrás del Fiesta y el Focus.

Diseño afinado

Con carrocerías de cinco y de siete plazas, esta última con las puertas laterales traseras correderas, el C-Max no cambia su tamaño ni las partes principales de su carrocería, pero renueva muchos detalles para mantenerse en forma. El diseño, por ejemplo, recibe la nueva imagen 'One Ford', con una parrilla frontal cromada, faros más afilados y luces LED diurnas. La gama de colores y llantas se pone al día, mientras en la trasera son los pilotos los que se convierten en más elegantes. El coche ya no es tan deportivo, algo que se refleja incluso en la gama de colores, sino más refinado y elegante.

Por dentro también hay cambios, con un nuevo volante y una mejorada consola central que incluye una práctica pantalla táctil de 8 pulgadas común a todos los nuevos lanzamientos de Ford. La calidad es tan buena como siempre, y donde se nota la renovación es en el nuevo equipamiento disponible. Desde el portón trasero con accionamiento eléctrico y apertura sin llaves al sistema de radar anti-colisión o las luces inteligentes, el C-Max recibe todo tipo de detalles tecnológicos.

De 95 a 150 CV

Bajo el capó la familia de motores es casi totalmente nueva, con el objetivo de comprar las normas anticontaminación Euro6 que entran en vigor en septiembre. La gama gasolina cuenta con el ya conocido 1.0 litros turbo de tres cilindros en versiones de 100 ó 125 CV y con el nuevo 1.5 litros, también con turbo e inyección directa, con 150 CV.

Entre los diesel llega un nuevo 1.5 TDCI con versiones de 95 ó 120 CV, al que se suma un 2.0 de 150 CV con versiones manual o automática.

Tomamos el mando sin llave del nuevo 1.5 gasolina turbo. Es un coche muy cómodo de conducir, pero a la vez con cierta agilidad. Sorprende la facilidad con la que soporta las irregularidades del suelo en los primeros centímetros de recorrido de suspensión, lo que ayuda a un confort de primer nivel.

Muy refinado

El refinamiento nos sorprende, pero no pierde en agilidad o dinamismo, un equilibrio difícil que hoy en día tienen todo los Ford. La única pega son los anchos pilares del parabrisas delantero, que limitan la visión en algunas curvas e incorporaciones, algo habitual en este sector.

El motor 1.5 gasolina va de maravilla, pero si circulamos con rapidez el consumo aumenta más de lo que esperamos, así que recomendamos el motor diesel de 120 CV, que cuesta lo mismo ya que no paga el impuesto de matriculación por su menores emisiones contaminantes.

En el interior hay que destacar la polivalencia de las plazas traseras. En la versión de cinco plazas la plaza central trasera se puede plegar y dejar así dos asientos al estilo limusina. En la versión de siete plazas la plaza central se puede ocultar para dejar un pasillo hacia las dos plazas traseras que, como es lógico, son más pequeñas y solo aptas para niños. El conductor está rodeado ahora de un ambiente de mayor calidad.

El Ford C-Max llega con dos equipamientos, Trend+ y Titanium, con tarifas desde 20.050 a 29.700 euros. Ford confía en que la versión Titanium recupere su puesto como preferida en España, como. Para ello hay varios packs de equipamiento gratuito que enriquecen tanto esta versión como la Trend+, lo que sitúa al C-Max como un producto muy bien equipado por su precio, lo que unido al resto de brillantes cualidades, lo hacen muy recomendable para las familias.

Los precios de venta anunciados no incluyen las ofertas de plan PIVE o financiación se dan en el concesionario, al menos hasta que empiece la promoción de la nueva gama, en el próximo mes de mayo.

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