Veïns del Montgó critica la discriminación que sufren en la conexión al alcantarillado

El presidente, Mario Vidal, recordó que en el casco las acometidas se hacen hasta la acera y luego cada vecino o finca se encarga de conectarse. En cambio, a los que residen en el Montgó cerca de los siete ramales principales que el consistorio recepcionó a finales de marzo, les toca asumir el coste, lo que supone, en su opinión, «un agravio comparativo» pues en ambos casos se trata de suelo calificado como urbano.

En ese sentido, Vidal remarcó que eso les puede llevar a desembolsar entre 2.000 y 3.000 euros, ya que tienen que sacar una licencia, pagar una fianza, encargarse del asfaltado del tramo entre la vivienda y el ramal. Por ello, aseguró que están «hartos» de pagar impuestos como suelo urbano cuando no se benefician de los servicios que eso conllevaría.

En ese sentido, lamentó que a la falta de aceras, alumbrado o limpieza, que no disfrutan pero sí pagan como si los tuvieran, ahora se encuentran con que tienen que hacer frente al importante montante que supone la conexión al alcantarillado.

Asimismo, el presidente de Veïns del Montgó denunció que mediante carta les hayan avisado que tienen un plazo para conectarse de tres meses. Según explicó, el Reglamento de Aguas fija el tiempo en un año si se trata de vivienda nueva y de cinco si ya está construida, como sucede en la gran mayoría de casos. En cambio, «para nosotros ahora se han inventado que debemos hacerlo en tres meses».

Mario Vidal reconoció que es complicado que el Ayuntamiento de Dénia pueda asumir el elevado coste de realizar las conexiones necesarias hasta esas aceras que no tienen. Por ese motivo, insistió en que al menos se debería encargar de gestionar que todas las acometidas se hagan a la vez.

Al respecto, planteó que el consistorio haga un estudio y un proyecto y que después contrate a una empresa que ejecute las obras. Luego, solo tendría que dividir el coste y cobrar a los vecinos su parte a través de SUMA, como hace con otros impuesto. De esa forma, subrayó Vidal, el importe global resultaría «más barato» y, por tanto, también sería menor la cantidad que cada vecino abonaría finalmente por tener su vivienda conectada a la red de alcantarillo.