Los entierros se anuncian en los bares

Se trata de un método que se ha convertido en una costumbre y que «permite saber más rápido quién ha muerto para poder presentar los respetos a los familiares y conocidos», asegura un vecino de Pego que se había acercado a uno de los bares de la localidad para comprobar a quién iban a dar tierra. Junto a este documento, cuelgan otros carteles informativos, uno sobre una actuación teatral que tendrá lugar el fin de semana, el horario de los partidos del equipo de fútbol local. «Es habitual que en los bares se coloquen este tipo de rótulos, porque aunque no entres al bar a tomarte algo, pasas por delante y puedes informarte», apunta.

Incluso, en los últimos años, se ha puesto de moda colocar una especie de pasquín para anunciar la boda entre dos vecinos.

La colocación de las esquelas en los bares se inició en la localidad pegolina en los años 80. El dueño del Tanatorio Oltra importó la fórmula tras visitar la provincia de Murcia. Según comenta su hijo, José Carlos Oltra, «mi padre pensó que podría funcionar en nuestro pueblo y decidió copiar la idea». Al principio, explica, fueron algunos los bares que aceptaron la propuesta, otros era más reticentes. Pero, con el paso de los años, todos se sumaron a la iniciativa. Actualmente, todos los establecimientos de restauración de la localidad cuelgan estos carteles. Oltra asegura que hay incluso algunos bares que reservan un hueco concreto para colocar las necrológicas.

El empresario de pompas fúnebres cree que el método es eficaz porque «el número de bares en Pego es alto». Los vecinos también creen en su efectividad: «Antes solo sabías que había entierro cuando sonaban las campanas, pero con las esquelas, puedes saberlo con antelación y presentar tus respetos a los familiares».

El municipio pegolino no es el único que utiliza este método, Adsubia y El Verger también lo emplean. Oltra señala que, por proximidad, los tanatorios de Pego también prestan sus servicios mayoritariamente en el primero de esos pueblos y en ocasiones en el segundo. Por lo que también se importó en su momento este procedimiento para informar sobre la defunción de un vecino. En cuanto al resto de la comarca, muchos municipios como los de la Vall de Gallinera, los que conforman la Rectoría, Orba, Ondara o en la Vall de Pop entre otros, se sigue utilizando el boca a boca para informarse de quién ha fallecido. «Son pueblos pequeños, la mayoría se conocen y cuando suenan las campanas tocando a muerto la gente se lo va pasando», apuntan. En otros como en Benissa o Dénia, la esquela tan solo cuelga en la puerta de la iglesia.

Aunque la tecnología también está ganando terreno, la gente se entera vía mensajería instantánea del móvil e incluso hay algunos tanatorios y parroquias que informan por su web o su página de Facebook.