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R. GONZÁLEZ
Viernes, 5 de mayo 2017, 00:20
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El Riurau del Senyoret de Jesús Pobre acogerá los días 18 y 19 de junio la «I Mostra internacional de vins singulars i de poble de la Marina Alta». Allí se darán cita caldos procedentes de cerca de 30 puntos de todo el mundo, desde los más cercanos elaborados en la comarca, a los españoles de Toro, Zamora o el Priorat, y se traspasarán fronteras con vinos de Nueva Zelanda, Italia o Languedoc.
La presidenta de la recientemente creada Associació de vins singulars i de poble de la Marina Alta, Mara Bañó, explicó ayer en la presentación que esta muestra quiere dignificar la promoción y producción de caldos respetuosos con el medio ambiente y, además, que valora las producciones naturales, ecológicas, singulares, biodinámicas y los proyectos de recuperación de cepas autóctonas. Según comentó, el mercado del domingo del Jesús Pobre le inspiró, porque allí los compradores hablan directamente con los agricultores, que son los mejores conocedores de su producto.
Por ello, los viticultores que participen en la Mostra podrán relatar de primera mano cómo preparan sus vinos singulares. La primera jornada está dirigida al público en general. Los visitantes podrán adquirir tiques por ocho euros que les permitirán disfrutar de tres degustaciones.
El segundo día está reservado para los profesionales de las hostelería. De esta forma se quiere incentivar la apuesta de los establecimiento de la comarca por los vinos locales y los singulares. La presidenta de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta, Cristina Sellés, incidió en que el proyecto era interesante y que su labor era que los restaurante de la zona cuenten con estos caldos en sus cartas.
El alcalde de Jesús Pobre, Javier Scotto, señaló que el importante apoyo que la Mostra ha recibido prueba que es un certamen con gran proyección al apostar por la promoción de los vinos naturales fruto del respeto a la tierra. El primer edil de Dénia, Vicent Grimalt, recordó que la tradición de la viticultura era milenaria en esta zona y que el proyecto encajaba con la filosofía de la Ciudad Creativa de la Gastronomía. Es su «esencia», apostilló Pepa Font. Y el mejor sumiller de España de 2012, José Antonio Navarrete, del restaurante de Quique Dacosta definió el vino como «un sorbo de cultura» y que en los vinos singulares el hombre interpreta la naturales y los convierte en algo vivo.
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