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R. GONZÁLEZ
Martes, 3 de enero 2017, 23:32
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Dos semanas después de que acabara el fuerte temporal que afectó a la Marina Alta todavía son visibles algunos de sus efectos. Vecinos de la Almadrava, junto a la desembocadura del río Girona, denunciaron ayer que a pesar del tiempo transcurrido la playa sigue repleta de cañas. «Se acumulan y forman montañas», criticaron. Incluso alguien aprovechó la abundancia de estos restos para construir una tipi, una especie de tienda india que ahora forma parte del paisaje del litoral entre Els Poblets y Dénia.
Según lamentaron, no se han quitado las acumulaciones de cañas a pesar del malestar vecinal. En ese sentido, culparon a ambos consistorios de la imagen que presenta la costa, al segundo por no retirarlas y al primero por no exigir al ayuntamiento dianense que proceda a quitarlas. Por ello reclamaron con insistencia que se limpien las cañas.
Cabe recordar que la resaca del temporal de mediados de diciembre dejó un litoral lleno de restos de vegetación en la desembocadura de los ríos Girona y Gorgos, al igual que en los tramos costeros colindantes. En el caso de la playa de la Almadrava, formaban una gran barrera a la que los curiosos se acercaban para ver cómo se apilaban.
El concejal de Medio Ambiente de Dénia, Josep Crespo, al tener conocimiento de las quejas que se han suscitado en ese tramo del litoral, aseguró que pocos días después de las fuertes lluvias, que hicieron que el caudal del Girona arrastrase cañas en su descenso hasta el mar, mandó a la empresa concesionaria de la limpieza de playas que las retirara y que así se hizo en aquel momento. Es más, subrayó que se utilizaron palas y grúas para destaponar ese tramo donde se encuentra con el mar.
Sin embargo, matizó que el río todavía sigue bajando y eso puede hacer que vuelvan a aparecer más en la zona.
Los vecinos también incidieron en que la fuerza con la que bajó el agua esos días hizo que en la desembocadura quedaran diversas piedras, que «han formado una isleta y no sabemos si eso es bueno o si resultará peligroso» en caso de que vuelvan a registrarse fuertes precipitaciones.
Otro material que el agua arrastró el pasado temporal fue el plástico, como ya reconoció en su día el propio Josep Crespo. Unos vecinos destacaron que un matrimonio español de cooperantes en Grecia se había dedicado a ir recogiendo todos esos restos que había en la playa de la Almadrava.
Asimismo, señalaron que no sólo había botellas de plástico entre las cañas acumuladas en el litoral, sino que además se encontraban otras que eran de cristal, algunas de ellas rotas, con el peligro de cortarse que ello suponía.
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