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Excrementos junto a un cartel de «sanción máxima» cerca de un parque público. :: B. O.
El Verger, plagado de excrementos de perros

El Verger, plagado de excrementos de perros

El alcalde, Ximo Coll, insta a acusar con fotos a los infractores y afirma que ya se ha actuado en dos ocasiones

B. ORTOLÀ

Jueves, 29 de diciembre 2016, 00:08

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El municipio de El Verger tiene un problema grave con el civismo de algunos de sus vecinos. En los últimos meses se ha vuelto habitual ver sus calles y parques repletos de excrementos de mascotas.

Dar un paseo cerca del río o ir a jugar a los parques infantiles tiene su riesgo para los que lo intentan, pues deben sortear las numerosas heces que se encuentran a su paso. Los residentes en este municipio se muestran cabreados por este tipo de conductas que, según apuntaron, dañan la imagen del municipio.

Así lo manifestó ayer un vecino que practicaba gimnasia en uno de los parques habilitados para ello. Según explicó, muchas veces observa desde su casa a gente que pasea con su perro por el parque y opta por dejar los excrementos del animal allí mismo. Estas personas, indicó, «suelen mirar hacia ambos lados y si ven que no hay nadie alrededor, se van tan tranquilos».

Otra señora que pasaba la mañana con su nieta en un parque infantil calificó este tipo de conductas de «vergüenza». Sentenció, además, que se trata «de una cuestión de civismo, yo no enseño así a mi nieta». A su juicio, el Ayuntamiento de El Verger, debería hacer algo al respecto, «porque es un problema serio, si me descuido un poco, la niña puede acabar encima de una de las heces, porque hay muchas y por todas partes».

El alcalde Ximo Coll coincidió en señalar que algunos vecinos «no muestran el civismo que se exige al vivir en comunidad». Al primer edil no le gustó ver excrementos en la plaza del ayuntamiento durante la carrera de San Silvestre celebrada días atrás, «no es una buena imagen para El Verger».

Por ello, el munícipe explicó que hace unos meses iniciaron una campaña para paliar este problema. Según indicó, se repartieron más de 30 carteles por la localidad avisando de la prohibición y de las respectivas multas que acarrea no seguir las normas.

La campaña también incluye la vigilancia de los agentes de seguridad municipal, que avisan, y si es necesario, multan a los vecinos que dejen las heces de sus mascotas en la vía pública. Estas sanciones varían según la gravedad o reincidencia y pueden llegar hasta los 300 euros.

Coll confirmó que hace unos días la policía denunció a dos personas por cometer este tipo de infracciones. Además, el edil identificó dos problemas que no están ayudando a terminar rápidamente con el problema. Según afirmó, las dos bajas que ha sufrido recientemente el cuerpo municipal de la Policía Local están mermando las tareas de vigilancia.

Mientras que en segundo lugar, Coll apuntó que los vecinos no denuncian este tipo de conductas. Según dijo, «es fundamental que la gente que observe a otra persona que no recoge las heces de su mascota, que les haga una foto y nos la envíe, aquí garantizamos el anonimato». El edil indicó que, muchas veces, «es la única forma de poder evitarlo».

Policías de paisano

En el municipio de Pego también tiene el mismo problema con las heces de los animales. Según los vecinos, en algunas calles llegan a acumularse entre cuatro o cinco «en poco más de 10 metros».

Por esta razón el ayuntamiento, el pasado noviembre quiso dar un paso más a la campaña de concienciación que inició hace unos meses. Hasta esa fecha, los agentes de Policía Local estuvieron unas semanas vigilando las calles de Pego para intentar paliar el problema.

Gracias a ello pudieron constatar que estas se encuentran en el cementerio municipal, el Passeig La Verdala, el Calvari y las zonas próximas al CEIP Rosalia Bondia.

Durante este tiempo, instaban a los descuidados vecinos a recoger las heces de sus mascotas «porque estaban cometiendo una infracción», aunque no se les multaba por ello, siempre y cuando hiciesen caso de la advertencia. Además, realizaron un estudio para averiguar cuáles eran las zonas donde el nivel de infracciones era mayor.

Pero este periodo de pruebas terminó y desde el pasado mes, la policía ha empezado a imponer multas. Estas son de 50 euros por infracción, aunque según comentó la concejal de Medio Ambiente, Laura Castellà, si se pagan al instante, el denunciado obtiene una rebaja porcentual, «terminan pagando alrededor de los 25 o 30 euros», dijo.

Según indicó la edil, en poco más de una semana se registraron más de 15 multas. Sanciones que «pueden llegar hasta los 1.800 euros si son personas que reinciden», indicó Castellà.

Aún así, la policía aseguró a la concejal que la mayoría de los vecinos que sacan a pasear a sus mascotas cumplen con las normas. «Un gran porcentaje recoge las deposiciones y posteriormente las desechan en las papeleras o contenedores de basura», apuntó. La edil de Medio Ambiente incidió en que las infracciones las comenten «unos cuantos, aunque el problema termina siendo de todos los vecinos». Por ello, al igual que el alcalde de El Verger, instó a los pegolinos a denunciar a aquellas personas que incumplan la normativa, «siempre se respetará su anonimato», recordó.

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