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R. GONZÁLEZ
Jueves, 26 de mayo 2016, 00:13
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La memoria anual de Cáritas Interparroquial en la Marina Alta refleja que en 2015 atendieron a 1.171 familias y fueron 3.363 las personas beneficiadas de su ayuda en la comarca. Esta última cifra refleja un descenso de algo más del 17% respecto al año anterior. Sin embargo, los representantes del Cáritas incidieron ayer en que, a pesar de esa bajada, es preocupante que muchas de ellas sean las mismas, lo que denota que la pobreza se están haciendo «crónica».
Olga Mestre, coordinadora de Cáritas en la Vicaría 8, remarcó que muchas personas que acuden a ellos en busca de ayuda van durante años y que en todo este tiempo su situación no ha mejorado. En ese sentido, detalló que sólo el 30% de los vecinos atendidos que residen en la Marina Alta acudían por primera vez y el 70% restante era gente que repetía. Según apuntó Mestre, esa poca rotación demuestra la intensidad de la pobreza. Los beneficiarios de las ayudas necesitan ser apoyados durante más tiempo y precisan de un abanico de intervenciones más amplio debido a la escasa protección social y a la precariedad en el empleo
Respecto al perfil más habitual de los que se acercan a Cáritas Interparroquial en la Marina Alta, tres son los principales tipos demandantes de ayuda. Mestre comentó que se trataba de mujeres solas con hijos menores a su cargo, familias con hijos menores y personas solas. De hecho, un 64% son mujeres y la mayoría son jóvenes entre 31 y 44 años de edad.
Por su parte, Siro Gómez, coordinador de Cáritas Interparroquial Dénia, explicó que en la capital comarcal se atendieron a 272 familias y que se beneficiaron 839 personas, de ellas 289 fueron menores. Por su procedencia, el 51% eran de origen español, cuando años atrás los extranjeros superaban de largo ese porcentaje.
Asimismo, remarcó que sólo el 19% de los usuarios iban ese año por primera vez y que el 67% eran mujeres, muchas de ellas solas y con hijos menores. También señaló que se ha incrementado el número de ancianos que han acogido a sus hijos y que debido a su pequeña pensión «han ido agotando sus recursos y están al borde de la pobreza».
Siro Gómez subrayó que Cáritas lleva a cabo una labor muy amplia, que incluye servicio de acogida, que detecta las carencias de las personas; los economatos de Dénia y Benissa, en los que los usuarios pueden comprar alimentos a mitad de precio, lo que «ayuda a dignificar a las personas»; el ropero solidario; musicoterapia en el hospital de crónicos; repaso escolar en El Verger; y un huerto solidario en Xàbia.
En la Marina Alta, Cáritas se sustenta gracias a un grupo de 304 voluntarios, de los que el 78% son mujeres y el 60% tiene de 66 años en adelantes. Los ingresos del pasado año en la comarca ascendieron a 236.432 euros, de los que el 87% procedía de donativos de la comunidad parroquial. Y el 65% de sus inversiones va a atención primaria, que incluye a productos de alimentación, especialmente para parroquias sin economato y a ayudas a la vivienda para pagar alquileres, agua o luz.
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