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Paco López, ayer sobre el césped del Ciutat de València. Juan J. Monzó
Paco López, entrenador del Levante UD: «Estas dos victorias no nos pueden marear en ningún sentido. Hemos intentado construir una actitud ganadora»
Fútbol | Levante UD

Paco López, entrenador del Levante UD: «Estas dos victorias no nos pueden marear en ningún sentido. Hemos intentado construir una actitud ganadora»

«No me paro ni un solo segundo a pensar en mi futuro. Lo mío es lo que menos me preocupa. Estoy centrado en cumplir el objetivo», dice el de Silla

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Viernes, 23 de marzo 2018

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Hace 18 días, en medio de la marejada por la destitución de Muñiz y las 15 jornadas consecutivas sin ganar, Paco López impregnaba de naturalidad su aterrizaje en el primer equipo del Levante UD. Exactamente la misma actitud que luce después de haber hecho historia en sólo dos partidos de Liga. El de Silla se alza como el único técnico que se ha estrenado con un par de victorias en el banquillo granota en la máxima categoría. Los triunfos cosechados contra el Getafe y el Eibar permiten al conjunto azulgrana dar un golpe de efecto en la lucha por la permanencia, situándose más cerca del Alavés que de Las Palmas, su inmediato perseguidor. Los seis puntos de ventaja sobre la zona de descenso han sido el bálsamo necesario para recuperar la confianza. El entrenador valenciano, consciente de la relevancia del factor psicológico y emocional, ha hurgado en el interior de los futbolistas. Y el vestuario ha respondido. El preparador, curtido en Segunda División B y Tercera, ha asumido el desafío sin tener experiencia en la élite. Algo que podía suscitar ciertas dudas en un momento deportivo crítico. Él, en cambio, tomó las riendas de la plantilla con aplomo y seguridad. Llevaba varios años preparándose para este momento. A sus 50 primaveras, le ha llegado la oportunidad y, a tenor de los resultados, no la va a desaprovechar. Orriols celebra su salto.

-Cuando dejó el filial levantinista para dirigir la primera plantilla incidió en el aspecto anímico. ¿Ha tenido que ganarse al vestuario?

-No ha hecho falta. Yo me he mostrado tal y como soy, tal y como entendía que había que trasladar los mensajes en el vestuario. Yo no creo mucho en lo de tocar teclas. Creo mucho en la forma de actuar y lo que hemos intentado principalmente era trasladar un mensaje y construir una actitud ganadora para competir de tú a tú con los rivales. Y a partir de ahí, te ayuda muchísimo que haya un vestuario como ya había.

-Dos partidos y dos victorias. Ningún entrenador del Levante había debutado en Primera División con estos registros. ¿Se siente orgulloso de este hito?

-Cuando empiezas a entrenar la primera semana y afrontas el partido contra el Getafe, sólo piensas en cómo ganar ese partido. No vas más allá. Y nos hemos encontrado a día de hoy, en una semana tranquila, con dos victorias importantes.

-Su llegada pudo despertar incertidumbre por su falta de bagaje en la máxima categoría. ¿Puede utilizar estos dos triunfos para callar bocas?

-No se trata de callar bocas. No pongo el foco en lo que digan. Entiendo que pueda haber opiniones de todo tipo, pero pongo el foco única y exclusivamente en mejorar las cosas que entendemos que debe mejorar el equipo para poder ganar cada partido y conseguir el objetivo.

-Pese a que entrenaba al Atlético Levante en Tercera, ha seguido de cerca al primer equipo desde principio de temporada. ¿Teniendo en cuenta la alarmante dinámica que llevaba, se imaginaba que el club podía apostar por usted?

-No. Vivo el día a día. Yo llegué aquí con un objetivo, que era hacer un buen trabajo en el filial e intentar que ascendiera. Y mi preocupación era cómo sacar rendimiento a esos jugadores tan jóvenes con los que estábamos compitiendo en Tercera División. Y estaba yendo la cosa muy bien. Por mi cabeza no pasaba absolutamente nada más.

-Durante su larga etapa como entrenador, ha pasado también por el filial del Valencia y el Villarreal. ¿Ha temido que se consumiera su carrera sin saborear la Primera?

-Por determinadas circunstancias que me han pasado en esta vida, y alguna de ellas personales, he intentado siempre disfrutar de lo que he tenido, en la categoría que he entrenado y en los equipos que he entrenado. Y nunca he ansiado lo que no he tenido. La ambición la he tenido desde que empecé a entrenar. Ambición por formarme, por adquirir más conocimientos y por mejorar en mi profesión. Pero, en los 15 años que llevo entrenando, he disfrutado cada temporada del día a día.

-¿Hay muchos cambios entre un banquillo de Segunda B o Tercera y uno de Primera?

-Para entrenar en cualquier categoría, incluso a niños, hay que tener una buena formación y unos buenos conocimientos. Para entrenar en Primera, tienes que atender a muchas más cosas. Pero cuando un entrenador está bien formado, está preparado y tiene conocimientos... A las pruebas me remito con técnicos que están ahora en boca de muchos, como Pablo Machín y Asier Garitano. Vienen de categorías inferiores y están demostrando que pueden entrenar a equipos en Primera.

-¿Espera que su papel no se limite al de salvavidas circunstancial y pueda asentarse en la élite?

-No pienso en mí. Sólo pienso en la responsabilidad que tenemos de mantener la categoría en un equipo como el Levante, con la afición que tiene, con el sentimiento granota que hay. Es lo único en lo que me centro. Lo mío es lo que menos me preocupa. Me ocupa que el equipo consiga el objetivo.

-¿Qué le dijo su familia cuando les contó que subía al primer equipo?

-Están muy contentos. El entorno más cercano se alegra muchísimo porque sabe también lo duro que es ser entrenador y por los momentos difíciles que hemos pasado. También por determinadas circunstancias a nivel familiar.

-¿Quiere explicar esas circunstancias familiares?

-Como pasa desgraciadamente a mucha gente, en casa llevamos dos años de muchísima pelea por un problema de salud importante. Nos ha hecho más fuertes, reflexionar y valorar la vida como tal.

-¿Qué le transmitió en la intimidad el presidente, Quico Catalán?

-Es que no hace falta que me dé ningún mensaje. La sensación que tuve desde el primer día es que tenía el total apoyo y respaldo tanto de Tito -director deportivo- como de Quico. Eso se nota diariamente cuando hablas con ellos. Desde el primer día, noté que estaban convencidos de esa apuesta por mí. Y yo me siento halagado y contento de que hayan apostado y notar esa confianza.

-La confección de la plantilla ha despertado críticas por los tiempos manejados y por los largos períodos de adaptación de algunos fichajes. ¿Qué valoración hace?

-Yo no voy a valorar nada de esto porque es la plantilla que tenemos. Ahora mismo son los jugadores que están preparados para poder cumplir el objetivo. Lo importante es esto, que el equipo esté unido, que lo está, y que esté preparado para competir de tú a tú con cualquier rival.

-La delantera ha evolucionado en las últimas semanas. ¿Observa más lagunas en ataque o en defensa?

-No me gusta hacer distinciones en el fútbol. El fútbol es un todo. No creo que, cuando haya falta de gol, sea única y exclusivamente porque los delanteros no están dando rendimiento. Y cuando un equipo encaja muchos goles, por los defensas y el portero. No creo que en eso. Creo en el equipo. Si colectivamente se hacen las cosas bien, hay más posibilidades de hacer gol y encajar menos. Si colectivamente el equipo está peor, se ven más las posibles carencias. Los jugadores que más cerca están de la portería rival son los atacantes, pero hay que facilitarles la labor. Igual que hay que facilitar la labor a los defensas.

-Ha tomado el testigo de Juan Ramón López Muñiz en el banquillo. ¿Cuál es la herencia que ha recibido del técnico asturiano?

-No hace falta que yo descubra nada. El trabajo que ha hecho Muñiz en el Levante, el ascenso... El equipo tenía unos conceptos buenísimos, me consta que hay un gran trabajo detrás, pero los resultados son los que mandan muchas veces y nunca sabes por qué. Cada entrenador tenemos nuestros matices y es lo que hemos tratado de hacer.

-La lista de lesionados sigue creciendo. Luna y Rochina son los últimos en sufrir dolencias musculares. ¿Cuál es la causa?

-Las causas pueden ser muchísimas. Es muy difícil ahora mismo saber cuál es la causa de tantas lesiones que vienen desde principio de temporada. Muchos expertos hablan de que influye el estrés competitivo. Cuando los resultados no llegan, suele pasar. Se puede comprobar que, en muchos equipos que están en situaciones similares y los resultados son negativos, aparecen más lesiones. Aun así, es muy difícil saber las causas.

-¿Uno de sus principales retos es recuperar la mejor versión de José Campaña?

-Sí, entre otros. Campaña tiene un talento natural, innato, y es uno de los jugadores que debe ser importante para el Levante. Hablé con él como he hablado con casi todos los jugadores. Muchas veces hablas con los jugadores a nivel individual para conocerles más y para que te conozcan. Lo que queremos es sacar el máximo rendimiento a esos futbolistas y escuchándoles es más fácil.

-¿Qué futbolista le ha sorprendido más?

-Realmente, los conocía. Cuando entrenábamos al lado y podía, me acercaba. Hay jugadores con talento, jugadores muy jóvenes que todavía tienen que crecer y mejorar mucho. Lo más importante es que hay un equipo. Eso ayuda a que el rendimiento individual aparezca.

-Insiste en que el Levante debe quedar campeón de una liga de cuatro. Pero ahora está más cerca del Alavés que de Las Palmas.

-Ahora mismo, nuestro objetivo sigue siendo el mismo que el primer día. Estas dos victorias no nos pueden marear en ningún sentido. Se lo dije a los jugadores los primeros días, antes de afrontar el partido contra el Getafe. En ningún caso, pasara lo que pasara en Getafe y contra el Eibar, nos podía marear el resultado. El análisis lo teníamos que hacer desde el juego y el trabajo, no desde el resultado. El objetivo sigue siendo ser líderes de esos cuatro equipos.

-Jugó en el Levante una temporada, la 1994-95. Aquel curso, se quedó a las puertas del ascenso a Segunda, pero cayó contra el Écija. ¿Afronta una ocasión de oro para redimirse de aquella decepción?

-El partido contra el Écija es una espinita que tengo clavada. A los que vivimos aquello no se nos olvidará en la vida. Son dos situaciones diferentes, pero conozco bien a esta afición y se merece un equipo en Primera División.

-¿En el banquillo puede verse algo de aquel Paco López futbolista?

-La esencia de uno, la forma de ser y las vivencias que has tenido te valen. Era muy competitivo. En la ida contra el Écija, hice los dos goles y llegamos al descanso con 2-0, pero en la segunda parte nos hicieron cuatro goles. Me falló ese carácter competitivo y tuve un rifirrafe con Zúñiga y me expulsaron, por lo que no pude jugar el partido de vuelta en Écija. Eso me ayuda a saber que el autocontrol es importante en el campo.

-Su entrenador era Juande Ramos, quien fue al maestro de Muñiz.

-Entonces Juande estaba empezando como entrenador. De Juande recuerdo que tenía las cosas muy claras y eso para un entrenador es muy importante. Muchos entrenadores me han marcado, entre ellos Juande. De todos los entrenadores aprendes cosas. Haces un análisis de todos los que has tenido y te quedas con las cosas que crees que te pueden ayudar luego.

-¿Desde el principio, el club le trasladó que la apuesta por usted era hasta final de temporada?

-Sí. Desde el primer momento, cuando me llama Tito, me dice que va a ser hasta final de temporada. Y además noté esa confianza tanto de él como de Quico. Y con eso me vale.

-Tiene contrato con el filial la próxima temporada. ¿Le gustaría contar ya con un futuro definido en caso de permanencia?

-No me paro ni un solo segundo a pensar en mí ni en mi futuro próximo. Ahora mismo, única y exclusivamente estoy centrado en el trabajo diario para poder cumplir el objetivo del equipo y del club.

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