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La primera ministra británica, Theresa May, en el momento del anuncio.
¡Todo el poder para el 'Brexit'!

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Theresa May amarga a Westminster el regreso de las vacaciones convocando elecciones el 8 de junio

Iñigo Gurruchaga

Martes, 18 de abril 2017, 12:14

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La primera ministra británica, Theresa May, ha sorprendido a propios y extraños anunciando tras la reunión de su Gabinete que habrá elecciones generales el 8 de junio. Antes de la Semana Santa, la convocatoria a la urnas parecía olvidada, porque los consejeros conservadores que alentaban a May a la contienda electoral parecían haberse rendido ante la negativa persistente de la líder.

Pero su reputación de tomar sus decisiones con un círculo muy pequeño de colaboradores ha sido confirmada de nuevo. ¿Cuántos miembros de su Gobierno sabían que la primera ministra iba a concentrar la reunión de vuelta de vacaciones en una discusión política sobre las elecciones? Quizás ninguno, más allá del presidente del Partido Conservador, Patrick McLoughin, que por convención se sienta en el Gabinete.

Elecciones en mayo de 2015, referéndum europeo en junio de 2016 y nuevas elecciones generales en junio de 2017, más las municipales y las autonómicas. El empacho electoral es notable para los que no sacan provecho en los comicios, la situación económica doméstica y la política internacional parecen demandar estabilidad. Pero May ha calculado que habrá contento tras un breve frenesí.

La libra se recupera tras el anuncio

  • La libra esterlina se ha recuperado frente al dólar y el euro después de que la primera ministra británica anunciase su intención de convocar elecciones generales anticipadas para el próximo 8 de junio.

  • Tras un retroceso al comienzo de la jornada, la moneda británica subía el 0,1% frente a la divisa estadounidense hasta situarse en 1,257 dólares, mientras que ganaba el 0,03% frente a la moneda europea hasta situarse en 1,1809 euros.

El primer obstaulo parece allanado. Sus predecesores conservadores, David Cameron y su canciller, George Osborne, llegaron al Gobierno de coalición con los Liberal-Demócratas, en 2010, con una afán de reforma de la política y establecieron por ley mandatos fijos de cinco años, que impedirían la convocatoria de las elecciones para beneficio único del partido en el Gobierno, como May hace ahora.

La nueva líder necesita ahora que dos tercios de los diputados de la Cámara de los Comunes voten por la convocatoria de elecciones. Es ya cosa hecha. El líder laborista, Jeremy Corbyn, ha cogido el guante, confirmado lo que ha repetido en sus declaraciones de los últimos meses- que su partido está en pie de guerra electoral- y ha acuñado algunos mantras de su campaña, reiterando que propondrá a los electores un país que funciones para todos y una economía que funciones para todos.

Limitada popularidad de Corbyn

La popularidad de Corbyn, de la rama izquierdista del laborismo, es muy limitada según los sondeos. El 14% de los encuestados en el último cree que sería el mejor primer ministro, contra 50 % que prefiere a May. La intención de voto es de 44% para los conservadores y 26% para los laboristas. Esta es la razón principal por la que May abre una campaña electoral en un país dividido por la política del 'Brexit'.

En este momento de enorme significación nacional debería haber unidad en Westminster, lamentó May en su anuncio público, pero tenemos división. El país se está uniendo, pero no Westminster. La hija del vicario anglicano siempre prologa sus golpes con evocaciones a la armonía, sea futura, pasada, posible o quebrada. Los laboristas y otros pagarán ahora el castigo de la desunión en el Parlamento.

Ante la oportunidad de aplastar al laborismo de Corbyn, la nueva líder conservadora, que sucedió a Cameron en conspiraciones de partido y sin recibir mandato de la población, quiere ganar la amplia mayoría que acalle para siempre a los disidentes de su propio grupo parlamentario y apague el fuego de la lenta cocción de una alianza pro-europea que políticos conservadores, laboristas y liberal-demócratas quieren, o quizás querían, forjar contra la líder conversa del 'Brexit'.

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