Borrar
Urgente El precio de la luz sigue a la baja este Viernes Santo: las horas que costará menos de 1 euro

Un exsoldado mata a 26 personas en un tiroteo dentro de una iglesia en Texas

Un testigo explicó que vio a un hombre entrar y de inmediato comenzar a disparar sobre los parroquianos | Las edades de las víctimas comprenden entre los 5 y los 72 años

COLPISA / AFP

Austin (Texas)

Domingo, 5 de noviembre 2017

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Veintiseis personas fueron asesinadas por un exsoldado de 26 años que abrió fuego este domingo en una iglesia de Texas, anunció el gobernador de ese Estado, Greg Abbott, en una conferencia de prensa. Se produjo en pleno servicio religioso en la región del sur de Estados Unidos en un país aún impactado por el peor tiroteo de su historia ocurrido en octubre en Las Vegas. "Hasta este momento, hay 26 vidas que se han perdido. No sabemos si ese balance se agravará o no", dijo Abbott. Además, señaló que el ataque en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, a unos 50 kilómetros al sureste de San Antonio, era "el peor tiroteo en masa en la historia" de Texas (había fallecidos con edades entre los 5 y los 72 años, según reconocieron oficialmente). "El atacante murió", dijo un portavoz del comisario del vecino condado de Guadalupe, precisando que la Policía no se había enfrentado con él. "Estaba en su vehículo", señaló.

Una portavoz del Centro Médico Connally Memorial en el cercano pueblo de Floresville dijo a la AFP que habían recibido "ocho pacientes después del tiroteo", y que tres de ellos habían sido "trasladados al hospital universitario de San Antonio", una de las grandes ciudades de Texas, a unos 50 km al noroeste.

Los disparos comenzaron hacia las 11:30 locales en la First Baptist Church de Sutherland Springs, señaló en su portal la cadena KSAT12. Según este medio, un testigo explicó que vio a un hombre entrar a la iglesia y de inmediato comenzar a disparar sobre los parroquianos (aunque dos de los fallecidos se encontraban fuera). Jeff Forrest, un veterano militar que vivía junto a la iglesa, reconoció a Reuters que el sonido parecía de un arma semiautomática de los marines. «Estaba en el porche, escuché que se dispararon diez ráfagas», recordó.

Según los testigos citados por los medios estadounidenses, el hombre vestía de negro y iba equipado con material antibalas. También los testigos aseguraron que fue desarmado por un hombre y entonces trató de escapar en su automóvil, pero el coche se estrelló. Ha sido identificado como Devin P. Kelley, un hombre blanco de 26 años que estuvo en las Fuerzas Armadas. Según varios medios estadounidenses, fue dado de baja de la Fuerza Aérea tras ser sometido a una corte marcial en 2014.

No se han revelado las identidades de las víctimas, pero los medios reconocieron que la hija del pastor, una chica de 14 años, está entre los fallecidos, y que las víctimas tienen edades que van desde los 5 a los 72 años.

"Problemas mentales"

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que el tiroteo rno se debe a las leyes del país sobre tenencia y uso de armas, sino a los "problemas mentales" del autor, al que ha definido como "un individuo muy trastornado". "La salud mental es el problema aquí", ha contestado, interrogado acerca del control sobre las armas de fuego en Estados Unidos, durante la rueda de prensa que ha ofrecido junto al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en el marco de su visita a Tokio.

"Es un problema de salud mental al mayor nivel" porque, "de acuerdo con las primeras investigaciones, (el autor) era un individuo muy trastornado", ha explicado. "Ha sido un incidente muy, muy triste, pero así es como yo lo veo", ha recalcado, según informa CNN.

Trump ya se había pronunciado horas antes en un comunicado en el que ha expresado sus condolencias a los familiares de las víctimas y enviado un mensaje de unidad al pueblo estadounidense. "A través de las lágrimas y la tristeza, permanecemos fuertes", ha aseverado.

Tiroteo reciente

El 1 de octubre, Estados Unidos sufrió el peor tiroteo de su historia, cuando un hombre armado disparó desde una habitación de un hotel de Las Vegas, Nevada, matando a 58 personas e hiriendo a cerca de 550, de las 22.000 que asistían a un concierto al aire libre de música country. El autor de la masacre, Stephen Paddock, un rico contador jubilado de 64 años que se suicidó tras el ataque, había transportado un verdadero arsenal a su habitación del piso 32 del hotel Mandalay Bay. El grupo Estado Islámico (EI)reivindicó el ataque, pero los investigadores no han encontrado elementos que permitan sostener esa hipótesis y desconocen aún las motivaciones de Paddock.

Dos años antes, un supremacista blanco, Dylann Roof, entró a la iglesia de Emanuel, en Charleston, Carolina del Sur, símbolo de la lucha de los negros contra la esclavitud, y mató a tiros a nueve personas. En enero pasado, Roof fue condenado a la pena capital.

Todos los años, más de 33.000 personas mueren en Estados Unidos víctimas de las armas de fuego (22.000 de los casos son suicidios), de acuerdo a un estudio reciente. El debate sobre la reglamentación de las armas se relanza tras cada tiroteo, sin que la legislación pueda ser modificada, debido, entre otros motivos, a la influencia ejercida por la Asociación Nacional del Rifle, el poderoso grupo de presión de las armas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios