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Inauguración del Museo de Arte Contemporáneo ‘Garage’, un proyecto de la mujer de Abramóvich, Zhúkova.
El Hyde Park de Moscú

El Hyde Park de Moscú

El líder ruso quiere recuperar el emblemático Parque Gorki. El multimillonario Román Abramóvich está poniendo dinero pero no habrá noria ni réplica de Disneylandia

rafael m. mañueco

Viernes, 28 de agosto 2015, 19:27

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Uno de los megaproyectos del presidente Vladímir Putin ha sido recuperar el emblemático Parque Gorki de Moscú, un espacio de asueto en pleno centro de la ciudad que quedó prácticamente abandonado tras la desintegración de la URSS y se convirtió en un verdadero símbolo de decadencia, no sólo del poder comunista, también de la Rusia postsoviética. De hecho, Putin, pese a la cantidad de dinero que cayó sobre Rusia la pasada década, no reaccionó al desbarajuste y dejadez de las autoridades municipales en relación al parque hasta octubre de 2010, cuando puso de alcalde a Serguéi Sobianin y surgió el plan de recuperación de estos históricos jardines con la intención de transformarlos en el "Hyde Park" moscovita.

La historia

  • El Jardín Neskuchni, creado en 1753, pasó a ser el principal parque de "cultura y ocio" de Moscú en 1928, con los comunistas al frente. Se le puso el nombre del escritor soviético Máximo Gorki en 1932. Está a orillas del río Moskova y ocupa 110 hectáreas. Tiene fuentes, estanques, teatro, esculturas, sala de conciertos, vía para ciclistas, pista de hielo... Antes había una montaña rusa y una réplica del transbordador espacial ruso Burán, que fueron retirados. Recibe 3 millones de visitantes al año.

Como suele hacer cada vez que se necesitan activar grandes flujos de capital, el jefe del Kremlin movilizó una vez más a los pudientes. Esta vez, el principal encargado de poner su fortuna al servicio del "bien común" fue el multimillonario Román Abramóvich, dueño del Chelsea, ex gobernador de la región rusa de Chukotka, propietario del yate más caro del mundo y pareja de la modelo, diseñadora, editora y ahora mecenas Dasha Zhúkova -ella es la que más esfuerzos está haciendo para recuperar el esplendor del parque-.

Abramóvich, que cumplirá 49 años en octubre y es judío, posee una fortuna que Forbes cifra en 8.300 millones de euros. Por «consejo» de Putin, vendió la petrolera Sibneft a Gazprom en 2006 y su abultado patrimonio incluye dos mansiones en Reino Unido, un chalé en Francia, tres yates, dos aviones y una gran flota de vehículos. Se separó en 2007 de su anterior esposa, Irina, lo que mermó su patrimonio. Y se ha gastado muchos millones de euros en cuadros para su nueva amada, Dasha, con la que ya ha tenido dos hijos, además de los cinco que le dio Irina.

La primera inversión hecha por él en el Parque Gorki fue la adquisición de tres edificios, entre ellos el antiguo restaurante de la época soviética Las cuatro estaciones. Zhúkova ha convertido esta construcción en el Museo de Arte Contemporáneo Garaje con la ayuda del arquitecto holandés Rem Koolhaas. La inauguración tuvo lugar en junio con una fiesta a la que acudieron Woody Allen, Salma Hayek, Leonardo di Caprio o George Lucas.

Zhúkova, que acaba de cumplir 34 años, y Abramóvich se conocieron en febrero de 2005 en Barcelona, en un fiesta organizada con motivo del partido de Champions Barça-Chelsea -los culés ganaron por dos goles a uno-. Ella nació en Moscú cuando apenas había comenzado la Perestroika, las reformas lideradas por Mijaíl Gorbachov. Así que, cuando tuvo uso de razón la URSS ya no existía. Pero de ello se enteró en Estados Unidos, a donde, tras divorciarse su madre, una brillante bióloga de origen hebreo, se la llevó siendo una niña. Su padre, Alexánder Zhúkov, un influyente empresario petrolero vinculado a Abramóvich, se estableció en Londres e invitaba a su hija a visitarle. A partir de los 16 años, Daría (Dasha) vivió a caballo entre la capital británica y Santa Bárbara (California), en cuya universidad acabó Filología. También estudió en el Instituto de Medicina Naturopática de Londres y junto a Christina Tang fundó la cadena de tiendas de moda Kova & T. El tenista ruso Marat Safin dice que entonces mantuvo un romance con Zhúkova.

Su interés por el arte se intensificó mientras editaba, en compañía de Polina, la esposa del potentado ruso Oleg Derispaska una publicación digital sobre el mundo del espectáculo y la jet rusa. Y en 2007 creó en Moscú la galería Garaje, en su primer emplazamiento antes de trasladarse al Parque Gorki. Es un inmenso local de estilo constructivista que albergó una cochera de autobuses desde 1927. Ahora Garaje es la perla del parque y su fondos atesoran la mayor colección de arte ruso de los años 70, 80 y 90, adquirida gracias al dinero de Abramóvich.

En el parque ha metido dinero también Mijaíl Kusniróvich, propietario del 51% de las acciones del grupo Bosco di Ciliegi -esta empresa vistió al equipo olímpico español hasta el año pasado-. Kusniróvich, que tiene 48 años y una fortuna de 650 millones de euros, recalca que Bosco di Ciliegi significa «bosque de cerezos», que nada tiene que ver con el Jardín de los Cerezos, pieza teatral del escritor y dramaturgo ruso Antón Chéjov.

Kusniróvich posee más de 200 establecimientos en Rusia, que incluyen boutiques propias y de también de Armani, Kenzo, Paul Gaultier... , además de cafés, restaurantes y perfumerías. Abramóvich y Zhúkova son amigos suyos y cada año el patrón de Bosco organiza en el Parque Gorki el Festival de las Artes con conciertos, exposiciones, teatro... -los asistentes están obligados a plantar un cerezo-. Pero la crisis y ahora las sanciones han pasado factura al parque. La idea inicial de construir un Disneyland ha sido abandonada y tampoco se instalará una noria del tamaño de la de Londres.

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