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La Pobla mide el ruido con un sonómetro en el barrio de la playa para evitar molestias

Los resultados obtenidos servirán para establecer el grado de afección de este sector y disminuir las actividades que sobrepasen los límites

A. D.

Miércoles, 23 de agosto 2017, 00:02

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pobla de farnals. La Policía Local de la Pobla de Farnals está realizando mediciones de ruido con un sonómetro en el barrio de la playa para determinar la contaminación acústica que sufre la zona y que ha sido motivo de enfrentamiento entre dos sectores poblacionales, por una parte los residentes de la barriada que exigen su derecho al descanso, y por otra los que apuestan por fomentar este sector como atractivo turístico.

Los agentes miden los decibelios, con un aparato del tipo 2, que se registran a diferentes horas y durante varios días para, después, establecer comparaciones y determinar el verdadero grado de afección del ruido en esta zona, cuáles son las horas dónde se acumula mayor ruido y ver su magnitud, aunque, «los resultados no tendrán carácter probatorio pero sí informativo», como señalan fuentes municipales.

Y es que el objetivo de este análisis no es otro que el de aunar las diferentes posturas que han surgido en este entorno de playa. Mientras que los vecinos reclaman la disminución del ruido producido por las actividades que se desarrollan alrededor de la plaza de les Corts Valencianes, hay otra postura de los que apuestan porque el núcleo costero de la localidad continúe acogiendo celebraciones de todo tipo, dada su condición de enclave turístico.

El alcalde del municipio, Enric Palanca, advierte que «si es necesario aplicaremos medidas correctivas con la colocación de limitadores para las actividades que generen un ruido excesivo». A pesar de ello, Palanca matiza que «no tenemos que olvidar que estamos hablando de un núcleo costero que durante los meses de verano se llena de vida».

En esta línea, el primer edil mantiene que el Ayuntamiento «seguirá potenciando las actividades culturales, lúdicas y festivas en la playa porque es la mejor manera de promocionar el espacio, y esto revierte en la localidad porque a la larga es una fuente generadora de empleo».

La zona de playa del municipio se ha convertido en una de las que más actividad registra durante los meses estivales, dirigida a todos los públicos, concretamente la plaza Corts Valencianes, ubicada en el paseo marítimo, acoge ferias, música en directo, actos para los más pequeños e incluso clases de baile.

Esta situación ya provocó que el año pasado, surgieran las voces críticas de los residentes en esta ubicación y en otras cercanas como las avenidas Neptuno y Carabelas, la plaza Pioneros o el Paseo Colón que denunciaban la «saturación» de este entorno, no solo en los meses de verano sino a lo largo del año.

Así, explicaban que «se suceden todo un sin fin de encuentros como las fiestas de San Juan y del Carmen, verbenas, Artalamar, Feria del Comercio, Mercat Medieval, clases de baile y gimnasia, feria infantil, actos políticos, mercado de invierno, actos falleros, moros y cristianos, y otras actividades» que «a menudo emplean aparatos de megafonía de alta potencia, que convierten el sonido en insalubre ruido».

En este sentido, proponían «el sencillo reparto y redistribución de las celebraciones de estos eventos por otras zonas de la playa, dividiendo las molestias por diferentes zonas ya que nosotros tenemos que sobrevivir con las ventanas y persianas cerradas también en verano» y recordaban que «existen otros espacios más adecuados, en los que no se interfiere el descanso de los vecinos».

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