Almàssera negocia con la concesionaria de la piscina para evitar el cierre

El Ayuntamiento de Almàssera está inmerso en un proceso de negociación para evitar el cierre de la piscina municipal cubierta, cuya empresa concesionaria arrastra «pérdidas económicas prácticamente desde el inicio de la explotación. Nosotros estamos a favor de que la instalación continúe y se pueda mantener el servicio y estamos trabajando en ello y buscando soluciones», según explicó ayer el alcalde Ramón Puchades.

La corporación aprobó una primera subvención para «evitar el cierre y abonar recibos pendientes del suministro de gas», pese a contar con varios informes en contra. «La empresa afirmó que la instalación no funcionaba correctamente, se detectaron unos problemas respecto al consumo pero tampoco se invirtió en la instalación en su momento», matizó el primer edil. Una segunda subvención requerida por la concesionaria no salió, sin embargo, adelante. «Según el pliego de condiciones, para recibir este tipo de subvenciones, la firma debe cumplir una serie de requisitos que no se cumplen y actualmente el ayuntamiento no puede modificar el pliego. Se tendría que elaborar uno nuevo, donde se podrían incluir nuevas cláusulas, como la de la opción de que el consistorio pudiera asumir los consumos».

Afectados de Almàssera por el posible cierre de la instalación reclaman que la piscina mantenga su actividad para no dejar «a más de 600 niños sin sus cursos de natación para la próxima temporada. Este cierre no sólo afectaría a vecinos de la localidad, también a usuarios de Bonrepòs y Casas de Bárcena, además de Tavernes Blanques, ya que es la única piscina cubierta de toda la zona».

Los vecinos piden a la corporación que medie con la concesionaria para llegar a un acuerdo. Por otro lado, desde el PP de Almàssera abogan por «mantener un servicio que utilizan a diario muchísimos vecinos y residentes de poblaciones cercanas».