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Un técnico fumiga un pino afectado en Paterna. :: lp
Paterna declara la guerra biológica a la plaga de procesionaria y trata más de 7.000 pinos

Paterna declara la guerra biológica a la plaga de procesionaria y trata más de 7.000 pinos

La actuación se ha desarrollado en parques, jardines y colegios públicos de La Canyada, La Coma y Santa Gema

MARINA COSTA

Viernes, 27 de febrero 2015, 00:03

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A la plaga del tomicus se ha sumado la de la procesionaria, lo que ha obligado al Ayuntamiento de Paterna a declarar la guerra biológica a esta voraz oruga. Dada la gran extensión del término municipal ha sido necesario actuar, en esta ocasión, sobre una cantidad superior a 7.000 pinos urbanos.

A finales de año se desarrolló el grueso del tratamiento de choque utilizando productos biológicos. En concreto, para combatir la procesionaria los técnicos de jardinería y silvicultura de la empresa pública Gestión y Servicios de Paterna utilizan el 'bacillus thuringiensi', una bacteria que se descompone por acción de los jugos intestinales de las orugas, ataca al sistema intestinal del insecto paralizando así las mandíbulas y el tracto intestinal y produciendo el cese de la alimentación.

El bacilo es rociado contra los árboles utilizando un equipo a presión que llega hasta los veinte metros de distancia y que es «totalmente inocuo para el ser humano», según explican fuentes de la corporación paternera.

La actuación se ha desarrollado en todos los barrios del municipio, pero los tratamientos han sido más intensivos en puntos de La Canyada, La Coma, Santa Gema, Terramelar y en áreas del casco urbano como la avenida Europa, parque de Alborgi, Parque Central o Santa Rita.

Estos sectores son los que cuentan con mayor número de pinadas, aunque cedros y abetos también pueden ser afectados, por lo que reciben el mismo tratamiento biológico. Aunque la actuación preventiva ha resultado «efectiva», la gran cantidad de pinos existentes en el municipio conlleva que pueda aparecer algún «caso aislado» de procesionaria.

En estas situaciones los vecinos que detecten la existencia de un pino afectado por procesionaria pueden ponerse en contacto con el ayuntamiento de Paterna para que envíe a los efectivos especialistas que retirarán la bolsa que produce esta oruga.

Paterna no es el único municipio de la comarca con la guerra abierta. La empresa pública Nous Espais de Torrent ha fumigado esta misma semana los árboles afectados del parque y ha eliminado las bolsas que cuelgan de las ramas.

Pelos urticantes

La presencia de esta plaga en parques y zonas públicas supobne un problema para vecinos y propietarios de perros que utilizan estas instalaciones. Las orugas y los nidos tienen pelos urticantes que si se tocan o chupan pueden provocar inflamación, lo que amenaza la seguridad de los canes y de los niños pequeños que frecuentan este tipo de áreas.

Los técnicos recalcan que parte de la dificultad para controlar este tipo de plagas es la presencia de la oruga en parcelas privadas y la imposibilidad de actuar sobre los ejemplares afectados de estas zonas.

«Si hay pinos que tienen nidos y no se controlan, el problema puede extenderse a las zonas públicas aunque ya se hayan limpiado», recalcaban fuentes de la corporación torrentina. En este municipio, la mayor parte del foco se encuentra localizado en la zona de El Vedat, por la gran acumulación que existe de pinadas y su extensión.

La otra 'lacra' de los pinos en la comarca, el tomicus, está de momento «controlada» en Paterna. El ayuntamiento continúa actuando contra este escarabajo que, el pasado año, supuso una merma «importante» de pinos jóvenes del municipio.

A través de la empresa pública Gespa se procedió en el mes de septiembre a la instalación de trampas de interceptación de vuelo del tomicus para combatir su proliferación, siendo «uno de los primeros municipios de la Comunitat en desarrollar esta medida».

Durante los primeros meses se apreció una alta efectividad de los sistemas de captura, recogiendo una media de 80-100 unidades al mes en cada uno de los treintena mecanismos instalados.

El éxito de la actuación desarrollada, junto a la llegada de las lluvias que han fortalecido los pinos y al terminar la temporada de riesgo por el propio ciclo vital de este escarabajo, ha provocado que la plaga esté, finalmente, «controlada».

Sin embargo, el ayuntamiento paternero ha decidido no retirar las trampas ya instaladas, que se mantendrán para proteger el arbolado del municipio y reforzar la eficacia del tratamiento en cuestión, de cara a los próximos meses.

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