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Estado de una de las balsas construidas, ayer. :: lp
Paterna asegura que las balsas de La Canyada se inundarán «dos veces al año de media»

Paterna asegura que las balsas de La Canyada se inundarán «dos veces al año de media»

Vecinos de la calle 133 mantienen «serias dudas» sobre el proyecto y estudian pedir la paralización definitiva de las obras

MARINA COSTA

Viernes, 5 de diciembre 2014, 00:47

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Las balsas de laminación que el Ayuntamiento de Paterna ha empezado a construir en la calle 133 de La Canyada de Paterna «sólo se inundarán dos veces de media al año, ya que sólo se activarán en casos extremos por lluvias muy intensas». Para el consistorio la posibilidad de que la zona se utilice habitualmente como parque, con zonas deportivas y de ocio (se ha previsto un campo de fútbol 7, otro de voleibol, tirolina y área de picnic), «no supone ningún problema con la función para la que se han construido estas balsas, ya que se inundarán en contadas ocasiones». Las áreas excavadas estarán recubiertas de césped, dispondrán de rampas aptas para discapacitados y varios accesos de entrada y salida.

Eso sí. Cuando llegue un temporal, las balsas y sus instalaciones se inundarán. El máximo nivel de agua no superará nunca el metro y medio. Sin embargo, fuentes técnicas del proyecto aseveraron que llegar a este extremo «sería muy difícil». Dos horas después, como máximo, las balsas quedarían vacías de nuevo. Es el tiempo que tardarían en desalojar, poco a poco, el agua acumulada de una tromba hacia el colector.

Resinas y hormigón

El ayuntamiento ha previsto materiales no perecederos para pistas y columpios infantiles. Las instalaciones serán de madera recubierta de resinas protectoras, los bancos de hormigón armado y el césped y el arbolado seleccionado podrán soportar los encharcamientos.

Los espacios de las balsas «serán totalmente accesibles, ya que estarán conectados por un camino de 2,80 metros de anchura, ligeramente elevado, respecto al fondo de la balsa. Con este proyecto, el consistorio persigue evitar las inundaciones que sufren los vecinos de la zona cuando llueve «y convertir este perímetro silvestre en un parque con mayor arbolado y espacios útiles para el uso vecinal».

Sin embargo, los residentes no lo tienen tan claro. Vecinos de la calle 133 reiteraron ayer sus «serias dudas» sobre la utilidad de estas balsas y el hecho de que acojan espacios deportivos. «Nos parece un experimento. La mayoría está en contra de que prosigan las obras. Al menos, por el momento. Que dejen las tres balsas que ya hay terminadas pero que no hagan más. Creemos que es la opción más prudente», señaló ayer una residente afectada de dicha calle.

Los vecinos detallan que el otro proyecto de una balsa de laminación desarrollado en Alicante «es diferente. La zona está en las afueras, donde no hay casas. Pero las de aquí están rodeadas de viviendas. Existe el temor de que la humedad y posibles filtraciones puedan desembocar y afectar a los inmuebles colindantes».

Otra preocupación vecinal es que este enclave se convierta en un foco de suciedad e insectos. «Nos han asegurado que habrá mantenimiento pero, a la larga, la zona más profunda acabará llenándose de hojas, de barro, de suciedad y atraerá insectos. Este verano ya hemos tenido un foco de mosquitos importante».

Otro residente del barranco del Rubio explicó que «hay opiniones a favor de vecinos que temen que si no se hacen las balsas, no se haga nada más y el problema de inundaciones persista. Lo ven como un mal menor». Los afectados de este tramo de la urbanización recalcan que «la prioridad es la canalización del barranco del Rubio y se supone que para eso no hay dinero y habrá que recurrir a fondos europeos», lamentan. Los interesados tendrán que dar el próximo miércoles una respuesta al ayuntamiento. El consistorio ha convocado una reunión en el centro social de La Canyada, a las 19 horas, para celebrar una asamblea vecinal a la que asistirán técnicos y responsables municipales.

Fuentes del equipo de gobierno explicaron esta semana que el objetivo es «alcanzar el máximo consenso posible para culminar las obras a gusto de los vecinos».

Tras la excavación de tres de las nueve balsas, «informes técnicos señalan la idoneidad de culminar el proyecto con el mayor número de espacios de retención de agua posibles para tener garantías de cara a una tormenta mayor que la del fin de semana, que dejó 28 litros por metro cuadrados en 24 horas. En este caso, el nivel máximo alcanzado por el agua «fue de 20 centímetros».

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